E l mismo jueves 28 de septiembre, tras una llamada telefónica del dirigente nacional priista Enrique Ochoa con el analista Ricardo Raphael, el presidente de Núcleo Radio Mil, Edilberto Huesca Perrotín, dio por terminada las colaboraciones de Raphael y de la analista María Amparo Casar, quienes ese día criticaron duramente la propuesta del PRI para desaparecer el financiamiento de los partidos en la emisión radiofónica conducida por Leonardo Curzio.
Esto reveló Ricardo Raphael en su columna “Callarse y ser silenciado”, publicado este jueves en El Universal. En su artículo, Raphael consideró la salida de los tres de Radio Mil como “un acto de censura”, aunque también advirtió: “me faltan elementos para comprender el paisaje completo. No conozco cuánta fue la presión que recibió don Edilberto por nuestra causa. Supongo que habrá sido mucha porque se trata de un hombre decente con quien comparto una relación cargada de afecto desde hace demasiados años”.
En el mismo texto, Raphael relató así lo que sucedió después de la mesa de análisis de aquel 28 de septiembre:
“Una hora después de concluida la emisión, recibí una llamada cordial de Enrique Ochoa. No fue una conversación fácil porque las posiciones de ambos están obviamente en polos muy distintos. Sin embargo, celebré la apertura para discutir y, al finalizar, ambos mostramos interés por hacerlo públicamente en los medios de comunicación.
“No obstante, al día siguiente, topé con un mensaje que iba en sentido diametralmente opuesto. Leonardo Curzio me informó que el presidente de NRM Comunicaciones, Edilberto Huesca Perrotín, había decidido dar por terminada la relación laboral que desde hace 19 años sostenía yo con esta empresa. Ahí mismo me enteré que mi compañera María Amparo Casar podría correr con la misma suerte.
“La tercera pieza de información me sorprendió aún más: Curzio dijo que presentaría su renuncia en caso de que ambos fuésemos efectivamente cesados”.
Esto ocurrió el miércoles 4 de octubre, en la última emisión de Enfoque Informativo, conducido por Curzio.
Por su parte, Edilberto Huesca negó que se tratara de un acto de censura. En la emisión conducida por Adriana Pérez Cañedo, también en Radio Mil, afirmó que fue una decisión empresarial en busca de “audiencias y rentabilidad”, ya que la tertulia de las mañanas, cada jueves, “no era comercial, no era algo que nos generara ingresos”.