Obra sonora integrada por 12 eventos o estados cadenciales
Compuesta, diseñada e interpretada por Milo Tamez, la pieza reflexiona sobre la especie humana y los reinos naturales
Largas caminatas semanales a través de la montaña inspiraron al artista sonoro Milo Tamez para crear la obra Oxyoquet, el volcán silencioso. Piezas en Cadencia I-XII. Para batería extendida/preparada, electrónica en tiempo real, entorno sonoro y video arte.
Me motivaron dos zonas mágicas y hermosas de Chiapas cuya vegetación y atmósfera sonora son verdaderas obras de arte: el área de la Reserva Natural Huitepec, ya que la obra está desarrollada principalmente ahí, y Zinacantán, un pueblo verdaderamente mágico, pleno de cultura, realismo mágico, sueños, leyendas chamánicas y visiones metafísicas, las cuales para mí tienen un valor antropológico alucinante, destacó en entrevista Milo Tamez.
La pieza, que cuenta con el apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) Chiapas, es una obra naturalista concebida como música para la autorreflexión sobre la especie humana y los reinos naturales.
Habla sobre nuestra condición, la naturaleza y nuestra naturaleza misma. Acaso también sobre nuestro origen volcánico y es además una protesta, una especie de manifiesto sonoro que percute denunciando la brutalidad humana contra la naturaleza, detalló el artista sonoro.
Oxyoquet es una palabra tzotzil que significa “volcán silencioso” y es una sola obra, integrada por 12 eventos o estados cadenciales que de acuerdo con el artista sonoro manifiesta una llamada de atención al egoísmo y pedantería humana.
Pero también es una apelación a sobreexplotar los recursos naturales desmedidamente, a la terrible industrialización del sustento alimenticio, a la degradación absurda del aire y el agua, y a la destrucción maliciosa de la naturaleza que no sólo deteriora el ambiente externo donde habitamos, sino que deteriora nuestro propio ambiente interno, orgánico, mental y espiritual.
“Cada cadencia ofrece parámetros particulares y específicos de esos estados de los que hablo: a) estados del movimiento y la iluminación a través del tiempo, b) estados o momentos cadenciales de la escucha y la observación, c) estados cambiantes de la quietud y el reposo, d) estados cadenciales de la memoria en sus tres fases temporales.
Es una obra -añadió Tamez- con poética interna integrada por el silencio y sus estados anímicos activos. Más que estar integrada por sonidos en su denominación técnica, el artista se concentra en los estados del sonido, en la estasis percusiva, la textura emocional en timbres y la temperatura de los colores, sus dinámicas y volúmenes en tiempo-espacio.
Milo Tamez destacó que Oxyoquet, el volcán silencioso invita al escucha a hacer una reflexión profunda sobre la percepción humana, el ver-observar y el oír-escuchar. “Es una obra en la que hablo del nacimiento y la muerte; de los procesos biológicos”.
La obra se estrenó en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en octubre y noviembre de 2015; sus próximas presentaciones serán el viernes 29 de julio, a las 20:00 horas, en el Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras, en Morelia, y el sábado 30 de julio, a las 20:00 horas, en Bucareli 69, colonia Juárez, Ciudad de México.
La obra también tendrá gira por Europa y Estados Unidos y será producida en CD, en versión audio, por Amirani Records a principios de 2017.