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“Cuando el teatro es necesario, no hay nada más necesario”.
Peter Brook
- Perla Schwartz
La oferta teatral en la Ciudad de México es numerosa, y me refiero a la que se desarrolla en los circuitos cultural y alternativo, donde semana a semana se estrenan nuevas propuestas escénicas, en un afán de entender la vida bajo otros enfoques.
En estos circuitos, más allá de los patrocinados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Nacional de Bellas (INBA), a través de la Coordinación de Teatro y el Consejo Nacional para las Cultura y las Artes (CONACULTA) en conjunto con el Instituto Cultural Helénico, hay varios foros independientes que realizan una intensa labor atrayendo audiencias.
Para reafirmar lo dicho, tan sólo retomaré cuatro ejemplos de los más elocuentes; cuatro espacios que han desarrollado una labor coherente y ardua. En 2000, Boris Schoemann y su equipo montaron “Los endebles o la repetición de un drama romántico”, del autor quebecua Michel Marc Bouchard, con lo que iniciaron el proyecto del Teatro La Capilla, que en la actualidad lleva casi quince años de funcionamiento.
En ese lapso han tenido numerosos montajes, bajo la filosofía de apoyar lo mejor del teatro contemporáneo y dar preferencia a la dramaturgia mexicana. Por la calidad de su trabajo, en tres ocasiones han sido copatrocinados por el programa “México en escena” y van siete años que promueven la convocatoria de “Cuentos antinavideños” para privilegiar breves obras que abordan la temática de la natividad desde un punto de vista ácido e irónico.
Asimismo, hay que destacar que editan pequeños libros con base en obras de teatro, que de otro modo serían del todo ilocalizables. La Capilla, a través de su Compañía Los Endebles, apoya el buen teatro nacional.
De igual manera, está el Teatro El Milagro, fundado en 1991 por David Olguín, Gabriel Pascal, Daniel Giménez Cacho y Pablo Moya, como un espacio para promover en forma paralela la creación escénica y la producción editorial. Ellos se han avocado a fortalecer un teatro que se vincula con la sociedad. Se trata de un espacio alterno que apuesta por propuestas extremas, donde lo mismo podemos ver la versión teatral de “Persona” de Bergman, que el divertimento “La ilusión” de Corneille, con alumnos recién egresados de Casazul. Por otro lado, no dejaremos de mencionar que llevan más de 120 títulos publicados en su editorial, entre los que se encuentran memorias y aproximaciones biográficas a gente del medio como: Ludwig Margules, José Luis Ibáñez, Juan José Gurrola y Olga Harmony, entre otros.
Y qué decir del Foro Shakespeare, que cuenta con la única librería de la Ciudad de México especializada en textos teatrales. Su pionero fue el ya desaparecido Héctor de Fuentes, cuya labor ha devenido en un auténtico festín, y donde se han presentado una serie de montajes propositivos, como el más reciente, el del grupo invitado Lagartijas al Sol (comandado por el actor Gabino Rodríguez), cuyas propuestas están encaminadas a la crítica sociopolítica y la ecología.
En este breve recuento no podemos dejar de recordar la labor que por 35 años ha tenido el Foro Contigo América, una institución teatral independiente cuyo objetivo central ha sido la autogestión y la promoción del teatro iberoamericano y mexicano. Se centran en el principio de promover el teatro que hace historia, el teatro que sacude las entrañas del espectador; y hasta se han expandido a generar talleres para que los asistentes conozcan los entramados ocultos de la escena.
El panorama teatral en México es fructífero, confiemos en que se creen nuevos públicos para la escena, que siempre tendrá la virtud de confrontarnos con nuestra mismidad.
