Un día cualquiera, Darío, un adolescente rebelde, hijo de un militar, decide asaltar un banco. No se atreve a hacerlo solo, busca la complicidad de Martha, quien ha dejado de ser gerente de sucursal. Ésta es la piedra de toque para la obra Asalto al banco escrita y dirigida por el también actor Juan Carlos Vives (La gallina ciega, ¿Siguiente paciente?).
En un ritmo vertiginoso transcurre esta farsa que cuenta con la participación de seis jóvenes actores (Luis Arturo García, Mireya González, Marco Guagnelli, Adrián Ladrón, Tania María Muñoz y Patricia Yáñez) que se multiplican en 36 personajes, los cuales se caracterizan con media máscaras diseñadas por Raúl Castillo, trabajo interpretativo que les exige una gran agilidad corporal, además del cambio en sus voces y gestos. Todos ellos forman un gran equipo y de seguro darán mucho de qué hablar en un futuro próximo.
Las escenas se van sucediendo con gran rapidez, y en torno al asalto al banco se tejen otras subtramas, como la del director de películas pornográficas; la chica que no encuentra los antidepresivos en su bolso, la monja que cobra los trámites de divorcio a mitad de precio, así como la mujer policía dispuesta a cumplir su deber además de la simpática botarga de Perla, la almeja, quien tiene el sueño de llegar a ser gran actriz de teatro.
Es buena la dramaturgia de Vives, el problema es que quiso abarcar demasiados personajes e historias a lo largo de cien minutos, lo que provoca que la obra se disperse alrededor del minuto cincuenta; aunque está a su favor que Asalto al banco es una puesta en escena divertida, que apuesta por el minimalismo y sólo hace juego con unos spots y una sencilla escalinata, el resto lo deja a la imaginación del espectador.
Al mismo tiempo su texto maneja una coherente crítica social en cuanto a la violencia y las injusticias que se viven en México y el porqué muchos de los habitantes se encuentran plenamente desorientados.
Lo que sí resulta artificioso es que esta obra, producida por Búho Grande Teatro, se autodenomine “teatro optativo” y en momentos haga participar al público para que éste dé soluciones a los personajes. Esto, en definitiva, no funciona, y si se eliminara no afectaría al desarrollo de la puesta en escena.
Asalto al banco se presenta los martes a las 20:30 en el Teatro Helénico y termina temporada el 6 de octubre.