Hasta hace poco, la improvisación musical en México era usualmente identificada y señalada como una práctica de poco rigor y con escaso contenido artístico, debido a la poca información y a los prejuicios de los sectores más conservadores y academicistas, encargados de validar y apoyar las propuestas sonoras hechas en nuestro país, con lo cual, la improvisación era un género musical con pocos exponentes, pocos apoyos y relegado a los circuitos underground.
No obstante en los últimos años, gracias al acceso a la información, a la circulación de grandes improvisadores por nuestro país, y a la posibilidad que han tenido diferentes músicos, creadores y gestores nacionales para investigar, viajar y formarse en el extranjero, este género musical y sus diferentes vertientes han tomado fuerza y se han revitalizado con propuestas sólidas e interesantes.
Con esta efervescencia, los apoyos institucionales y privados (aunque con muchos esfuerzos), y los intercambios entre artistas mexicanos y extranjeros, no se han hecho esperar, por lo que en la actualidad podemos decir que en México existen diferentes circuitos especializados de música improvisada con proyecciones esperanzadoras hacia el futuro.
Desde mi perspectiva, lo más destacado que ha generado este movimiento es el alcance hacia públicos ávidos de nuevas experiencias sonoras, quienes han encontrado en esta vertiente musical, una nueva forma de escuchar, conocer y percibir el sonido, el ruido y por qué no, el silencio. Además, a estos públicos se han sumado músicos y artistas jóvenes, interesados en explorar y profundizar en diferentes vertientes de la música improvisada.
Por ello debemos destacar la labor que durante largos años han realizado músicos como Germán Bringas, Francisco Téllez, Remi Álvarez, entre otros, a favor de la música improvisada; y además, aplaudir los esfuerzos de los festivales Radar, Cha’ak’ab Paaxil (Yucatán), Multiple Tap, entre otros, y nuevos proyectos encargados de gestionar conciertos y ciclos de improvisación tales como: Umbral, Resonancias In situ, Audition Records, Huacal (Oaxaca), y más.