Pilar de la danza moderna nacionalista y contemporánea
Fundadora del Ballet Nacional de México y del Colegio Nacional de Danza Contemporánea
Creadora de 57 coreografías y la máxima artista de la danza en el país
L a bailarina, coreógrafa y maestra Guillermina Bravo Canales, considerada la artista de la danza moderna y contemporánea más importante del país, nació en Chacaltianguis, Veracruz el 13 de noviembre de 1920. Fue fundadora y directora del Ballet Nacional de México (BNM) y del Colegio Nacional de Danza Contemporánea en Querétaro.
Sus grandes maestras fueron fueron Nellie y Gloria Campobello, y Waldeen von Falkenstein. Se formó como profesora de danza en el estudio de Seki Sano. Aunque Guillermina comentaba que sus grandes maestros fueron los pueblos indígenas.
Inició sus estudios musicales en el Conservatorio Nacional de Música y dancísticos en la Escuela de Danza del Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 1936 e ingresó a la academia de la maestra Estrella Morales en 1938. Al siguiente año se integró al grupo de artistas que formó el Teatro de las Artes dentro del Sindicato Mexicano de Electricistas y que, posteriormente, se convirtió en el Ballet de Bellas Artes (BBA) del Departamento de Bellas Artes de la SEP.
En 1940 el BBA debutó con diversas obras de la coreógrafa norteamericana Waldeen (pionera de la danza moderna mexicana), siendo la más importante La Coronela, que dio inicio a la danza moderna nacionalista.
Guillermina Bravo fundó el Ballet del Teatro de las Artes en 1940 con el equipo con el que trabajó en el Ballet de Bellas Artes y al año siguiente, participó en una gira por universidades de Estados Unidos.
En algún momento, la bailarina y coreógrafa estuvo influenciada por Bertolt Brecht y expresó que la danza didáctica debe de servir para comunicarle al público lo que el artista desea. Siempre tuvo una visión nacionalista y le dio a la danza el valor de nuestras tradiciones y presencia en los ámbitos nacional e internacional.
Realizó múltiples giras por el país con el Ballet Nacional de México y recorrió ciudades de Rusia, China, Rumanía e Italia (1957); Cuba (1960 y 1984); Estados Unidos (1966 y 1986); Puerto Rico (1987) y más de quince países de Europa (1974, 1978, 1980, 1988 y 1990). También hizo viajes de estudio a África (1977), Grecia (1980) y Alemania (1986).
El Ballet Nacional de México se estableció como una escuela dedicada a la formación de bailarines y en sus inicios trabajaron con los principios de Waldeen, más tarde de Xavier Francis, y a partir de 1959 empezaron a recibir maestros huéspedes provenientes de la escuela de Martha Graham de Nueva York.
El Ballet Nacional de México adoptó esa técnica y la difundió en las escuelas del país, hasta que se convirtió en la hegemónica; además permitió la transición hacia la danza contemporánea mexicana, que optó por alejarse del nacionalismo. Con la danza contemporánea Guillermina Bravo y el BNM optaron por la creación de obras abstractas, basándose en los elementos de la danza: cuerpo, tiempo, espacio, y energía.
Su obra El paraíso de los ahogados fue incluida en la serie de televisión realizada por la Unidad de Televisión Educativa y Cultural de la Secretaría de Educación Pública (1984).
En 1991, fundó el Centro Nacional de Danza Contemporánea, colegio dedicado a la formación de bailarines. Ubicado en Querétaro, Qro.
Guillermina Bravo estrenó 57 obras e impulsó hacia la coreografía a Jaime Blanc, Federico Castro, Luis Fandiño, Raúl Flores Canelo, Rossana Filomarino por mencionar solo algunos nombres.
Fue reconocida con múltiples galardones como el Premio José Limón del INBAL y el gobierno del estado de Sinaloa (1989). Fue la primera representante de la danza que obtuvo el Premio Nacional de Artes (1979). Recibió el homenaje Una vida en la danza del INBAL (1985). Fue Creadora emérita del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA) desde 1994 y miembro de la Comisión de Artes y Letras del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
En el Festival Nacional e Internacional de Danza Contemporánea de San Luis Potosí se creó el premio “Guillermina Bravo” a la trayectoria artística; Homenaje Nacional, en el que participaron toda la comunidad dancística y las instituciones culturales del país en 1996.
En 1975 por su coreografía en la obra teatral Matka recibió el Premio a la Mejor Coreografía para Teatro de la Asociación de Críticos y Cronistas Teatrales, premio que a partir de ese momento recibe el nombre de Guillermina Bravo y en 1977 se lo vuelven a otorgar por la coreografía de la obra La ópera de tres centavos.
Guillermina Bravo muere el 6 de noviembre de 2013, a la edad de 92 años, en Querétaro, Qro. Las cenizas de la bailarina y coreógrafa fueron depositadas en la Catedral Metropolitana, tal y como ella lo decidió. La acompañaron el órgano del Evangelio y el coro de la Catedral y una pequeña e íntima comitiva.