de August Strindberg
Bajo dirección de Raúl Quintanilla
La obra, perteneciente al género de la tragedia, retrata el deterioro de un matrimonio por decidir el futuro de su hija
Sala Héctor Mendoza de la CNTeatro , Compañía Nacional de Teatro, temporada del 13 de junio al 14 de julio
E l padre, un drama familiar del dramaturgo sueco August Strindberg sobre la confrontación entre un padre y una madre por decidir el futuro de su hija, llega a la Sala Héctor Mendoza de la Compañía Nacional de Teatro, con adaptación y dirección de Raúl Quintanilla.
La temporada será del 13 de junio al 14 de julio con funciones los jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas. La sala se ubica en Francisco Sosa 159, colonia Villa Coyoacán.
El padre es una de las obras más representativas de August Strindberg y pertenece al género de la tragedia. Expone el deterioro de un matrimonio por un conflicto de intereses respecto al futuro de su hija. El padre, un ex militar y científico respetado, quiere que su hija Berta reciba una educación laica para que en un futuro se convierta en maestra. Laura, la madre, desea que el futuro de su hija sea distinto, quizá desarrollándose como artista. Ambos se envolverán en una batalla psicológica para determinar quién tiene el derecho legítimo para decidir el futuro de Berta. ¿Como acabará todo esto? ¿De qué serán capaces un padre y una madre para mantener el amor de su hija?
Roberto Soto, que interpreta al padre, considera que su personaje “es un alter ego del autor, que vivió en un estado mental alterado y experimentó en carne propia tres relaciones muy difíciles. El padre es un personaje complejo y con muchas capas, escrito magistralmente por Strindberg, que no sólo tiene la intención de mostrarse, sino de construir a un hombre con fortaleza que al mismo tiempo es muy vulnerable”.
Comenta que trabajar con Raúl Quintanilla es una experiencia distinta de acercamiento con los personajes. “Es un director generoso y muy riguroso que consigue adentrar a los actores en las situaciones y tener un gran entendimiento sobre el carácter de los personajes. Detona en uno emociones que no son tan fáciles de expresar en el teatro. Pienso que es un montaje logrado con enorme cuidado, profundidad y rigor, en el que los actores exploramos registros que no se trabajan comúnmente”, concluye Soto.
Junto con La señorita Julia y Acreedores, El padre forma parte del conjunto de obras escritas por Strindberg que se clasifican como naturalistas, porque la trama es más objetiva, apegada a la realidad y profundiza en la psicología de los personajes.
Por su parte, Ana Ligia García, que encarna a la madre, defiende la postura que toma su personaje en la obra: “Aun en la época que vivimos nos cuesta trabajo entender que una madre pueda hacer tanto sólo por proteger a su hija, pero sus motivos —en este caso de Laura— se los dio el entorno en que creció. Los medios que utiliza son los únicos que tiene a su alcance para defender su gran tesoro: su hija.
“Yo, como madre, mujer y actriz, puedo decir que al principio me costó mucho trabajo construir este personaje, porque no encontraba las razones que la llevan a actuar así, pero tras un análisis descubrí que hay motivos muy profundos en una relación de pareja e hijos que te pueden llevar a estos actos de tanto rencor y discordia. Sin embargo, lo más interesante es que hablamos de una obra que fue escrita en el siglo XIX, pero que sigue vigente. Por eso hay poetas, escritores o músicos que se consideran universales, porque son incomparables y tenían un grado de genialidad que los llevó a conocer el alma humana de tal forma que aún en nuestros días sigue resonando”, finalizó Ana Ligia.
Como en otras de sus obras, El padre tiene tintes autobiográficos. En esta historia August Strindberg refleja los miedos e inquietudes que lo persiguieron durante su vida, como las secuelas que le dejaron tres matrimonios infructuosos o la paranoia que lo acosó por varios años y que lo hacía creer que lo estaban siguiendo y que querían asesinarlo.
Participan los actores del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro: Marta Aura, Marco Antonio García, Ana Ligia García, Fernando Huerta Zamacona, María del Mar Náder Riloba, Óscar Narváez y Roberto Soto.
El equipo creativo está conformado por Philippe Amand como diseñador de escenografía e iluminación; Cristina Sauza como diseñadora de vestuario; Marco Antonio Silva como diseñador bioexpresivo y Álvaro Samper como asesor en investigación. La productora residente es Karina Riverón y la producción ejecutiva está a cargo de la Compañía Nacional de Teatro, en coproducción con Corso Comunicación