En el marco del VII Encuentro de las Artes Escénicas se presentó la obra Extraña, de Bruja Danza, compañía que orienta su búsqueda artística hacia la creación de un lenguaje propio e innovador. Su repertorio tiene en común la necesidad de expresar temáticas que involucran a la sociedad y al individuo.
Extraña es una obra que indaga íntimamente en los vericuetos de la identidad contemporánea. El ser actual es heredero de una larga tradición de identificación y extrañeza ante los estereotipos de lo propio y lo que identificamos como lo otro. Los rostros de la identidad son controvertidos y multifacéticos; la experiencia es compartida a través de medios inmediatos de información y difusión.
Por su parte, la Compañía de Danza Experimental de Lola Lince presentó la obra Estudios y fragmentos sobre el sueño, fragmento III: El sueño, en el Teatro de la Danza.
Esta compañía nace en Guadalajara, Jalisco, en 1992. Desde entonces privilegia la experimentación como el detonador del proceso creativo y del encuentro de una voz propia. Fundamenta su quehacer en la búsqueda de libertad interior y espiritualidad, no exenta de un compromiso profundo y de un rigor absoluto.
Esta obra es resultado de una investigación sobre las analogías y los símbolos que surgen en el sueño, donde, en palabras de la filósofa María Zambrano, “el espíritu del que sueña se parece a un sistema sobre el cual se anulan o no actúan las fuerzas exteriores y tiempo, y nos regresa a la manifestación primaria de la vida”.
Con la obra teatral Siete billones de habitantes y yo sigo teniendo frío se presentó la agrupación de actores Nadda en el Teatro El Granero.
Universitario de Teatro de la UNAM, cinco jóvenes quisieron hacer una obra, pero no sabían de qué hablar y finalmente llegaron a la conclusión de que se sentían profundamente solos.
Siete billones de habitantes y yo sigo teniendo frío es una puesta en escena que se introduce en el universo personal de cinco individuos para contar historias y tocar temas que nos pertenecen a todos: abandono, rechazo, ansiedad, adicción y falta de origen. Los actores preguntan al público: ¿por qué nos sentimos solos? y para encontrar una respuesta se plantean dinámicas que desembocan en sucesos extraordinarios y sumamente reveladores.
En el Teatro El Galeón llegó El beso, una pieza teatral para cinco actores y un piano que al mezclar teatro del cuerpo con grabaciones documentales explora lo que hay detrás del insondable acto de juntar las bocas.
Los actores de la agrupación Todas las Fiestas del Mañana y el público (limitado a 25 personas) se sientan alrededor de un piano de ocho metros en una atmósfera de completa intimidad para compartir la historia con una taza de té. Toman como punto de partida el cuento homónimo de Anton Chéjov –que narra la historia de un oficial del ejército, cuya vida es transformada al recibir un beso accidental–, nos adentramos en el mundo de la milicia para explorar cómo algo tan frágil, cómo un beso, puede cambiar la existencia.
Mientras que en el Teatro Orientación, Patricio Hidalgo y El Afrojarocho ofrecieron un concierto sobre las raíces del fandango veracruzano. Mediante composiciones de Patricio Hidalgo, así como poesía y danza, exhibieron la fuerte presencia africana en la cultura jarocha.
Con más de 20 años de trayectoria en el quehacer del son jarocho, en los que ha recorrido cuatro continentes, Patricio Hidalgo fundó en 2008 el grupo que hoy lleva su nombre. En 2011 grabaron el disco El regreso de la conga, con el cual pretende recuperar dicho género musical que históricamente parte del acervo musical del sur de Veracruz.
Con el concierto Claroscuro, la banda Troker cerró las presentaciones artísticas de esta jornada ante programadores, al igual que el público en general, en el Teatro Orientación.
Este espectáculo es un viaje musical inigualable, divertido y lleno de energía que se desprende de su cuarto disco: Crimen sonoro, el cual fue lanzado en 2014. Las composiciones se tejen una a otra de forma sutil y motivante, desembocando en momentos intensos que proponen disfrutar de una verdadera fusión de géneros: jazz, rock y funk, con un toque mexicano.
El Centro Cultural del Bosque se encuentra en Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n, Atrás del Auditorio Nacional.