Reúne 55 obras de arte-objeto, acrílicos y collages de reciente manufactura
Museo José Luis Cuevas
La exposición Cuerpos vibrantes, de Marcela Lobo (México, 1959), incursiona en la multidisciplina para hablar de sentimientos humanos como el amor, la soledad, el cariño y la amistad.
María Cristina García Cepeda, informó que la muestra reúne un total de 55 obras de manufactura reciente, de las cuales 25 son piezas de arte-objeto y 30 acrílicos y collages.
En ellas –aseguró– queda en claro el talento multifacético e inquieto de Marcela Lobo, pues ha transitado desde la gráfica y la fotografía, pasando por la pintura, el collage, la cerámica y el arte-objeto hasta el ensamblaje.
“Las obras que presenta en Cuerpos vibrantes fueron realizadas recientemente. Marcela Lobo es una gran artista, siempre con una propuesta diferente e interesante”, dijo la funcionaria.
Comentó que dicha exposición es parte de las celebraciones por el cumpleaños 85 del pintor José Luis Cuevas y 25 del recinto anfitrión, y recordó que gracias al interés que ha despertado en el público Cuerpos vibrantes tiene ya un importante recorrido por diferentes recintos.
Antes de estar en el Museo José Luis Cuevas se presentó ya en ante el público en Tijuana, Baja California; Mérida, Yucatán, Los Ángeles, California, y el Paso, Texas.
“La muestra tiene un lenguaje humano y hay un cambio de temática en la búsqueda de abordar otras formas de expresarme. Me refiero a los maniquíes, cajas de arte-objeto y collages. Cada pieza cuenta un pedazo de historia y con historias diferentes se cuenta una gran historia. Pero mi intención es que cada quien construya su propia historia a partir de ver la exposición”, subrayó la artista.
En Cuerpos vibrantes las representaciones van desde la pintura hasta el ensamblaje, Marcela Lobo utiliza, además, hilos, recortes de revistas y periódicos, pedazos de juguetes y herramientas manuales propias de la costura, hasta muebles y bicicletas –pintadas o adheridas–, en un afán de renovar sus elementos de construcción artística y ampliar su paleta cromática, aunque predominan los colores, rojo, azul y verde.
Mientras tanto, en las 25 piezas de arte-objeto, la artista da rienda suelta a su vocación viajera y coleccionista, por lo que las obras se constituyen de “chácharas” y cachivaches que ha recogido en su amplio peregrinar por las calles y mercados típicos del mundo y las deposita en enigmáticas cajas de diferentes tamaños.
Cuerpos vibrantes se presenta en el Museo José Luis Cuevas hasta el 12 de junio, de martes a domingo, de 10:00 a 18.00 horas. Organiza el Instituto Nacional de Bellas Artes.