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El amor no duele, lo que duele es el miedo
Escrita y dirigida por Salvador Garcini. Con las actuaciones de Olivia Collins, Jessica Decote, Fernanda Vizzuet y Gema Garoa; participa Alex Sirvent
Sala Xavier Villaurrutia: del 11 de enero al 18 de febrero
Tres mujeres se reunirán para encontrar el sentido del amor incondicional mientras buscan cómo deshacerse de su miedo a amar en Cuarteto de una pasión, obra escrita y dirigida por Salvador Garcini, que se escenificará del 11 de enero al 18 de febrero en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, los jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00.
Los personajes no existen, todo ocurre en la mente de la narradora, una dramaturga que habla sobre el amor. En la historia, ella propone cuatro veces la misma escena con una nueva forma de interpretación y un final incierto para cada una de ellas.
“Cuarteto de una pasión es el intento de que el teatro mexicano desarrolle su propia imaginación a través de los diferentes autores; yo pretendo ser uno de ellos. La obra sucede un día en mi imaginación como la posibilidad de crear cuatro escenas con los mismos personajes y obtener diferentes resultados. Cuatro escenas con el mismo tema, la misma sustancia y el mismo drama que nos llevan a resultados sorprendentes. Este montaje fue escrito pensando en los actores, deseando que transformen este texto en una vivencia nueva”, compartió el autor y director Salvador Garcini.
Y agregó: “La propuesta de dirección es que la poesía se vuelva un espectáculo, que los actores construyan en su interior el drama de la vida que siempre es: amor, muerte, odio, desamor, celos, envidia y venganza. Los intérpretes buscarán en su interior romper los límites para expresar lo más verdadero, y ¿qué es la verdad?, que lo decida el público”.
El elenco de Cuarteto de una pasión está conformado por Olivia Collins, Jessica Decote, Fernanda Vizzuet y Gema Garoa, con la participación de Alex Sirvent. El diseño de escenografía es de Víctor Padilla, la música es de Jorge Martínez, la iluminación de José Bracho y la fotografía de Alfredo Kazem.
