La Compañía Nacional de Danza reunió a tres generaciones con Cri-Cri en el Palacio de Bellas Artes
A plausos, risas, rostros de asombro y gusto, fueron las reacciones que tuvo el público durante la primera función del ballet Cri-Cri que presentó la Compañía Nacional de Danza en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, con la cual la agrupación del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) abrió su programa de este año.
El ballet, creado por José Luis González, hizo un recorrido por 25 piezas musicales de Francisco Gabilondo Soler, uno de los compositores mexicanos más sobresalientes del siglo pasado, cuyas obras forman parte del imaginario colectivo de los mexicanos.
Al inicio, tras Saltarina en Sol bemol y el legendario Tema de Cri-Cri, en una voz en off se revela lo que para El grillito cantor era “La receta de la felicidad”: Según los mayores, los niños se maravillan con las cosas más tontas. Es triste dejar de ser niño y suponer tontas las cosas que antes nos gustaban.
Con estas poderosas palabras, que pertenecen a las narraciones escritas por el compositor mexicano, se abrió el mundo fantástico. Primero, vino el cuadro de El ratón vaquero que fue seguido con las palmas del público que abarrotaba el recinto; siguió Di ¿por qué?, pieza durante la cual se presentó a otros personajes como los Misifus, el gato que, en seguida, sería el protagonista del cuadro Gato carpintero.
“Está bien adaptada. Me gustó mucho el espectáculo. Es muy conmovedor ver a los niños divertirse con música que a los papás también nos emocionaba. A mis hijos les gusta Cri-Cri porque nosotros y sus abuelos les ponemos las canciones. En la función estaban cantando y se emocionaron mucho de conocerlas. Además, la danza estuvo espectacular”, señaló Paz Pasarán, quien estaba acompañada de su familia.
“Nos gustó mucho, mucho. Nosotros les ponemos estas canciones a nuestros hijos, porque muchos niños ya no crecen con ellas. Además, el trabajo de los bailarines fue espléndido, el baile, la luz, todo nos encantó”, expresó la señora Arellano.
El programa también incluyó Llueve, El chorrito, Mosquitos trompeteros, Negrito sandía, Negrito bailarín, Cucurumbé. Una parte del montaje que despertó gran emoción fue Chong-ki-fu, al ver al dragón que ambienta el cuadro recorrer los corredores cerca del público, así como la Canción de las brujas, quienes bajaron del escenario para sorpresa de los espectadores.
El niño llorón de La merienda causó risas entre el público, seguido de La marcha de las canicas y Cocuyito playero. El cierre de la presentación causó gran revuelo en la sala: entre serpentinas, globos y baile, tanto en el escenario como entre los asientos, la CND se llevó los aplausos de los espectadores.
Las próximas funciones se realizarán los sábados 22 de febrero; 14, 21 y 28 de marzo; sábado 18 y domingo 19 y sábado 25 de abril, a las 13:00 horas; en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes..
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