La langosta

Los lados extremos de las relaciones de pareja quedan expuestos por el realizador griego en esta cinta premiada por el jurado de Cannes

Del 14 de abril al 21 Sala 2, Salvador Toscano, Cineteca Nacional

El objetivo es una población exenta de soltería. Para ello las personas acuden a centros de emparejamiento preventivo donde tienen 45 días para encontrar una pareja. Si esto no sucede, el individuo se transformará en el animal que él mismo escogió y será expulsado al bosque, donde vivirá fugitivo y entre el grupo de los Solitarios, quienes se rigen por reglas diametralmente opuestas: nada de sexo en común ni amor compartido.

La langosta (The lobster, 2015) es el nombre que enmarca esta trama y el cuarto largometraje del cineasta griego Yorgos Lanthimos, quien vuelve a explorar temas como la sexualidad, la crueldad y, sobre todo, los mecanismos de dominación. Esta sátira sobre las relaciones de pareja se exhibe en la Sala 2, Salvador Toscano.

En la historia conocemos a David, interpretado por Colin Farrell, quien es llevado al hotel en el momento en que se queda soltero. Él elige la langosta, de ahí el título del filme. Léa Sedoux, Raquel Weisz, Ben Whishaw y John C. Reilly completan el elenco, y a través de sus personajes se muestra un escenario caracterizado por los extremos de nuestras preocupaciones frente al tema de las relaciones amorosas.

La langosta es la primera película que Yorgos, también director de teatro, produce fuera de Grecia y en inglés. El cineasta nacido en Atenas ha indicado que con este cambio ha conocido lo que es trabajar profesionalmente, ya que en Grecia la realización se hacía con amigos, de forma apasionada y amateur.

Respecto al cambio en el lenguaje, la revista española Caimán Cuadernos de Cine, considera que el autor sigue manejando con virtuosismo las posibilidades del lenguaje ligado al teatro del absurdo: “Las palabras repetidas y los juegos verbales inciden en la imposibilidad de establecer una comunicación sincera dentro de una sociedad automatizada y reprimida.”

Yorgos Lanthimos ha comentado para El País que una de las intenciones de la película es hablar sobre cómo la gente percibe la soledad. Por esto, “el filme está estructurado de forma que puede hacer plantearnos cuestiones, en un debate abierto, para suscitar preguntas más que dar respuestas y no juzgar a ninguno de los personajes”.

El trabajo del cineasta de 42 años comenzó a conocerse internacionalmente cuando en 2009 presentó Canino, triunfadora de la sección Una cierta mirada en el Festival de Cannes, donde arribó posteriormente para presentar La langosta, con la que ganó el Premio del Jurado. En medios internacionales como Indiewire, se ha comentado que esta cinta es una mezcla de las obras de Charlie Kaufman y Luis Buñuel, ya que muestra tanto el poder de las estructuras, como una historia de amor.

Respecto a la actuación, Lanthimos no suele llenar de instrucciones a quienes interpretan sus personajes y se inclina más hacía el misterio. Tal anotación es relevante porque considera que dicha tensión e incertidumbre dan forma a sus películas.

Lo anterior es reforzado por la ganadora del Oscar como mejor actriz de reparto por El jardinero fiel (Fernando Meirelles, 2005), Raquel Weisz, quien ha expresado: “No sabía cómo abordar mi papel, era inimaginable, imposible, así que me dejé llevar por él para entrar en su universo. Era como si yo estuviera borracha de Lanthimos, de su universo. Fue una experiencia excepcional” (El País).