Te invitamos a reflexionar acerca de los distintos modelos de educación rural en México, así como su importancia para el desarrollo político y social del país, a partir del proyecto de la Escuelas Normales Rurales y de las Escuelas Autónomas Rebeldes. También conoce los documentos que resguarda el Archivo Arturo Martínez Nateras en la colección M68 Ciudadanías en movimiento.
Escuelas autónomas rebeldes
Cristina Híjar González
Acervo Cristina Híjar Arte y Movimiento Social, CENidIAP/INBA
Tras el levantamiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) el 1º de enero de 1994, el Estado mexicano desatendió la educación en las regiones controladas social, política y militarmente por el EZLN. La falta de profesores y jefes de sector de la educación básica oficial en las escuelas dentro del territorio zapatista supuso la oportunidad de crear un proyecto alternativo de educación. Así, después de casi cinco años, en 1999 las escuelas volvieron a “abrir”, pero ahora bajo el proyecto de educación autónomo zapatista en primarias y secundarias.
Las comunidades fundadas a partir del levantamiento del EZLN tienen como eje importante la educación, ya que ésta se basa en la relación armónica entre la naturaleza y la sociedad, vela por las necesidades de la comunidad y se denomina autónoma y libre. Han definido la forma de enseñanza organizándose mediante las Juntas de Buen Gobierno, que actúan bajo la supervisión del Comité Clandestino Revolucionario Indígena- Comandancia General (CCRI-CG) del EZLN, aunque no se subordinan a los mandos castrenses zapatistas. (Arévalo Zavaleta, et. al. 2016)
Desde 1994 en el ámbito educativo regional, las autoridades indígenas del EZLN comenzaron a recibir activistas de redes de solidaridad tanto nacionales como internacionales, quienes promueven la educación autónoma y crean proyectos municipales de “escuelas rebeldes”. Su búsqueda de autonomía surgió porque la vía institucional para conseguir sus demandas estaba cerrada por el aparato político militar que asedia a las comunidades y porque las instituciones oficiales del país funcionan bajo la lógica capitalista, la cual se contrapone a las decisiones colectivas y al autogobierno.
Este modelo educativo diseñado en el territorio rebelde de México “rompe” con el modelo de “escuela oficial” y representa la decolonización del pensamiento y la resistencia mediante espacios integradores al servicio de las comunidades indígenas y la vida campesina. Sin embargo, siendo tan diferente del modelo capitalista en que los municipios o estados vecinos se encuentran, es en muchas ocasiones difícil para los jóvenes zapatistas, quienes son hostigados cultural, política y simbólicamente.
La educación en los municipios autónomos rebeldes zapatistas dota de reconocimiento propio y promueve la creación de colectividades que integran sus valores, su ideología política y sus costumbres, un ejemplo es el rechazo al castellano como lengua oficial que homogeneizaba, dominaba e invisibilizaba las lenguas originarias de cada región.
A través de las fotografías de las Escuelas Autónomas Rebeldes, del Acervo Cristina Híjar Arte y Movimiento Social, CENidIAP/INBA, tomadas durante la realización del documental Autonomía Zapatista: otro mundo es posible, te invitamos a reflexionar y reconocer esta alternativa de educación diseñada para combatir el desprecio histórico que las comunidades indígenas han vivido por años.
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