Ballet sinfónico

La Compañía Nacional de Danza estrenó

Palacio de Bellas Artes

 

En el marco del 85 aniversario del recinto del INBAL se interpretó el Tercer concierto para piano de Rachmaninov, con coreografía del artista alemán Uwe Scholz
Incluyó las obras Planimetría del movimiento, de Irina Marcano; Ebony Concerto, de Demis Volpi, y Casta Diva.

 

  C  omo parte de la conmemoración del 85 aniversario del Palacio de Bellas Artes, la Compañía Nacional de Danza ofreció un programa estelar que tuvo como pieza principal el estreno en México del ballet sinfónico Tercer concierto para piano de Rachmaninov con coreografía del artista alemán Uwe Scholz y música del compositor y director de orquesta ruso, Serguéi Rachmaninov.

En la Sala Principal del recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) el público ovacionó la obra en tres movimientos, apoyada en la técnica clásica e inspirada en el estilo del pintor y precursor del arte abstracto, Vasili Kandinski, bajo la dirección artística de Elisa Carrillo y Cuauhtémoc Nájera, titulares de la CND.

La música como guía de los movimientos coreográficos de la pieza estrenada mundialmente por el Ballet de Zúrich, Suiza, el 5 de abril de 1987, es una reposición de la artista nacida en Barcelona, Roser Muñoz.

El programa de dicha función de la CND incluyó las obras Planimetría del movimiento, de Irina Marcano; Ebony Concerto, de Demis Volpi; y Casta Diva, de Yazmín Barragán y Alan Marín.
Con música de Armand Amar, la primera de estas piezas, interpretada por los bailarines Ana Elisa Mena y Roberto Rodríguez, fue la ganadora de la primera edición del Concurso Interno de Coreografía de la CND (2014), estrenada mundialmente el 29 de julio de ese mismo año en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque.

Ebony Concerto —en español Concierto de ébano—, con música de Igor Stravinski e interpretada por Agustina Galizzi y Roberto Rodríguez, es un pas de deux en el que el compositor hace honor a los grandes artistas del jazz americano que tenían sus raíces en tierras africanas. Stravinski crea una obra americana en su esencia y de un nivel artístico que la transforma en universal.

La tercera coreografía que ejecutaron Blanca Ríos y Alejandro Hidalgo, con música de Johann Sebastian Bach y Vincenzo Bellini, es resultado de una exploración donde la música clásica hace las veces de hilo conductor; la metamorfosis del movimiento junto a la simbiosis del ballet contemporáneo y el street dance dan lugar a una obra de gran fuerza expresiva.

Con esta función de gala la CND participó en la conmemoración del 85 aniversario del Palacio de Bellas Artes, espacio que ha sido su casa y sede principal, y por el que han desfilado numerosas generaciones de bailarines y coreógrafos con estrenos nacionales e internacionales.

A lo largo de su existencia y con una codirección al mando, la CND aspira a ser un referente en América Latina cuya voz sean sus obras, creadores, artistas y bailarines: intérpretes de cualquier obra de repertorio internacional, tradicional y contemporáneo.

Con un perfil artístico de creación propia, preservación y fomento de repertorio clásico y contemporáneo, busca propiciar espacios de trabajo interdisciplinarios de la mano de artistas de México y el mundo.

Además de mantener y fomentar piezas tradicionales que son patrimonio de la humanidad, y promover la contemporaneidad artística al impulsar la exploración de nuevas expresiones de y para la danza, la CND apuesta por la transversalidad social y cultural, el acercamiento con nuevos públicos, así como la conquista de éstos más allá del ámbito nacional.

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