Ahí viene Tin Tan al estilo zoot suit; pantalones aguados, pronunciadas valencianas, saco amplio de grandes solapas, zapatos bicolor y un sombrero de ala ancha con una pluma pavo real… Sí, Tin Tan, el que encarna al pachuco, al méxico–americano (chicano), el que apela al lenguaje subversivo del spanglish.
Germán Genaro Cipriano Valdés Castillo, ¡Pachuco de Oro! Salido de Ciudad Juárez, encuentra su identidad en la primera contracultura; hibrido cultural, una conjugación entre Estados Unidos y México. Mezcla de culturas, el primer personaje con un “habla indocumentada” y que en palabras del maestro Carlos Monsiváis es “gloriosamente impúdico, aprovecha todas las voces para construir su caló esencial. Tin Tan sintetiza la vehemencia de quien para aprender otro idioma va marcando con señales su lengua nativa: «Adiós mi chaparrita, and don’t cry for your Pancho». «Óyeme, bato, ¿cómo se dice window en inglés?». El desarraigado, con un pie en México, otro en Los Ángeles y su swing tírilirí… “lirí, lirí, lirí, lirá”.
Germán Valdés, el que desata el famoso debate intelectual entre José Vasconcelos, Salvador Novo, José Revueltas y una Academia Mexicana de la Lengua agraviada por un “mal uso del idioma”, exigen que modere su conducta verbal.
Hablamos de Tin Tan, que antes de ser actor fungió como aprendiz de sastre y empleado de la Compañía de Luz. “La chiva”, conocido así en sus inicios, después como “Topillo Tapas”, aquel joven de mantenimiento en la XEJ y que por un ajuste a un micrófono, mostró la calidad vocal que poseía para lanzarse como locutor en “El Barco de la Ilusión”.
Sí, sí, Tin Tan el desmesurado que tiene el récord de besar a las actrices más bellas. El fanático de Yolanda Montez “Tongolele”, amigo de Fanny Kaufman “Vitola”, José René Ruiz “Tun Tun”, Juan García “Peralvillo” y otros tantos.
“Rey del Barrio” y de la sátira social, Tin Tan aprovecha su humor y lo emplea como parodia durante la ola de corrupción en la presidencia de Miguel Alemán y nombra a su yate “Tintavento” a manera de mofa al navío presidencial “Sotavento”.
Germán Valdés maneja dentro de sus personajes al típico vividor como “El que tiene más saliva, traga más pinole… ¿No es así como se vive en nuestra sociedad?” cuestiona el documental de Manuel Márquez, realizado en 2008 “Ni muy muy, ni tan tan… simplemente Tin Tan”.
Ahí viene Tin Tan y su carnal Marcelo entonando “Los agachados”, detrás de ellos Gilberto Martínez Solares, su director de cabecera, quien le daría absoluta libertad en el rodaje de cada película. Valdéz Castillo expresa su descontento y de manera discreta alude a “La verde”, “La mota”, “La maría”… evidentemente burlándose de la absurda prohibición de la marihuana.
Más de cien películas, dos cortometrajes, once discos y dos doblajes para Walt Disney (Balú en El libro de la selva y Thomas O’Malley en Los aristogatos) ambos con una adopción y éxito tan grande que jamás se localizó un doblaje como el de Tin Tan. Sin embargo, únicamente recibió la medalla “Virginia Fábregas” de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) en vida. A su vez, Francia tomó las películas y al mismo Tin Tan como la mejor referencia de la comedia en México.
Hoy en día, las nuevas generaciones adoptan al actor, cómico, cantante y pachuco. Lo retoman y se cumple como una especie de premonición aquel escrito de Vicente García en su libro Tin Tan, entre la palabra y la imagen.
“Declararse Tintanesco es una forma de vida, una poética de cine, una responsabilidad estética, una obligación para reírse de los vivos que quieren pasarse de ídem. Supera los registros de lingüísticos que capta el oído, cuestiona la moral, traspasa el tiempo, es un cantar constante y hablar distinto”.
El pachuquismo sigue vigente. Es importante la cantidad de bandas musicales que se sienten vinculadas con él; y es que “Tin Tan era Rock and Roll antes de que el rock se nacionalizara mexicano […] cuando platicábamos acerca de nuestras influencias por aquellos años ochenta; mencionábamos a Tin Tan, como, sin duda, una de las mayores influencias a Maldita Vecindad, como lo define uno de sus seguidores más fieles, Rocco Pachukote, integrante de la banda, sin olvidar a Café Tacvba y La Lupita influenciados por el carácter de barrio y el swing del pachuco.
En 1999 inició el proyecto de un disco tributo a Tin Tan, y fue hasta el 2006 que la idea trascendió; bandas de ska, pop y rock colaboraron en la producción del album Viva Tin Tan.
Una escena gris, un par de hombres frente a la cámara que rompen de manera concreta esa cuarta pared (la pantalla)… Germán Valdés con playera de rayas horizontales y saco… Marcelo de camisa blanca, corbata y saco; ambos ebrios discuten sobre robar:
Marcelo- Para demostrarle que yo lo quiero de verdad desde hoy tiene usted permiso para robar…
Tin Tan- Pero mire lo que es la cosa humana, yo ya me había propuesto a caminar por la ruta del sendero del bien y ahora llega la justicia y me da permiso para robar…
Marcelo- No no no robe! robe y hágase rico, el dinero lo hará decente y respetable…así son las cosa aquí…
Tin Tan- En todas partes…
Marcelo- No! aquí más, mire no más cuanto ratero millonario anda por ahí suelto…
Robar… el momento justo, para dar una cachetada con guante blanco a los servidores públicos que en ese momento desatan polémica por la ola de corrupción en la que se ven envueltos, sí durante la presidencia de Miguel Alemán Valadéz, “Tin Tan, que tan afortunadamente empleo la parodia y el humor para satirizar los males sociales de México” expresó David Maciel en “Cultura al otro de la frontera”
“A mí me dicen Tin Tan… porque en mi todo es música” el Pachuco llega al cine con Hotel de Verano en 1943. Canta una especie de serenata a Silvia PInal. Películas en las que según Rafael Aviña “supo aprovechar los espacios de una ciudad que también sabía reírse de sus carencias y de su desigualdad social que aún no alcanzaba la brutalidad y contrastes económicos de hoy en día “
Fernando Castillo expresa que, “a Tin Tan el desmesurado, el atleta, ingenioso, buen cantante y excelente bailarín, le ha sucedido lo que a ningún otro cómico del cine nacional: el ser y estar vigente para los jóvenes de hoy”… si bien Tin Tan sigue presente en las nuevas generaciones como el ícono de la comedia mexicana que rompe con el prototipo del sistema mexicano, Tin Tan no pretende parecerse a nadie, es único, innovador…trasciende de manera creciente al éxito, sin perder humildad, sin monopolizar su comedia, Tin Tan no busca un reconocimiento único a su persona, sino a todo su elenco, incluso a sus hermanos Ramón y Manuel Valdés.
“Por desgracia para este notable artista, pese a su gran talento para atraer al público, ni a la crítica nacional ni a la extranjera lo valoraron con justicia en su momento y solo lo hicieron hasta muchos años después” comenta Jorge Ayala en su libro La Aventura del Cine Mexicano.
Germán Valdés, el que regalaba dinero a quien lo necesitaba, sí, Tin Tan el que amaba el puerto de Acapulco… el que preguntaba ¿Quién será la que me quiera a mí? mientras que los fans contestaban “a todo el mundo le puedes contar que sí te quiero”… el Tin Tan adelantado a su época, al siglo…
El 19 septiembre del año en curso se conmemoran cien años del natalicio de “el primer cómico que en el cine mexicano interpretó al joven popular de la gran ciudad” y para iniciar con los festejos, el pasado 12 de abril se realizó un homenaje mediante el “Baile, Pachucos y Califas” en el Museo de la Academia de San Carlos, en el que una gran cantidad de seguidores de todas las edades se dieron cita para bailar al ritmo de mambo, swing y participar en dinámicas para ganar películas del homenajeado.
¡Ay Tin Tan! Cien años se dicen fácil, pero en estos tiempos, ¡cómo hace falta el pachuco, el crítico y la sátira social… cómo hace falta el que “ofreció a la comunidad chicana un escape positivo, muy necesario, para su mundo difícil y a menudo presivo”, se añora a quién ha dejado un legado muy importante en México y países de habla hispana, la sencillez en sus palabras y actos que aún hoy en día siguen tan vigentes como en sus tiempos dorados.
Viva Tin Tan, el Vizconde de Montecristo, el Especialista en chamacas, el Bello durmiente… que viva el Revoltoso, sí señores, que viva el Pachuco Tin Tan, el único que supo transformar en comedia la tragedia.