Integra 18 piezas del MNSC y 12 del Museo del Colegio de San Ignacio de Loyola Vizcaínas que no habían salido de su sede
Museo Nacional de San Carlos
Varias obras inaccesibles a la mayoría del público y de innegable valor estético podrán ser apreciadas por primera vez en el Museo Nacional de San Carlos (MNSC), en la exposición Grandes maestros novohispanos. La colección del Museo de San Ignacio de Loyola Vizcaínas.
De acuerdo con la curadora de la muestra, Paloma Jiménez Vega, las 12 obras provenientes del acervo del Museo del Colegio de San Ignacio de Loyola Vizcaínas para ser expuestas en el MNSC son “un tanto difícil verlas. Aunque siempre están abiertas sus puertas, hay que pedir una cita, porque actualmente es un colegio en funciones”.
La también investigadora del MNSC dijo que las autoridades del colegio se han propuesto realizar varios programas para dar a conocer su colección de arte a todo tipo de público.
“Muchas obras no han sido restauradas por el alto costo de este tipo de trabajos” y por el sitio en el que se ubican: colgadas en los muros del colegio a varios metros de altura.
“Para fines de investigación, es mucho más valioso analizar una obra que no está restaurada que una que sí lo está, y este es un rasgo muy interesante de la muestra”.
Calificó a la exposición de única porque muchas obras que se exhibirán se encuentran en zonas del colegio de “muy difícil acceso, además de que son muy frágiles, no pesan mucho. Manipularlas y bajarlas de la altura en la que se encontraban hubiera podido causarles un daño, por eso es que los que trabajamos en el Museo Nacional de San Carlos estamos muy contentos de que el colegio nos haya prestado parte de su valioso acervo.
“Para esta muestra, el colegio nos prestó a sus estrellas, es decir, a sus mejores piezas y exponentes; cuenta con un extraordinario acervo de obras sobre tela y tejidos. Las colegiadas eran verdaderas hadas en cuestión de bordados. La colección es realmente enorme y considero que tendrán entre 200 y 300 cuadros”.
Muchos de ellos, agregó, son de autores anónimos, pero los que se presentarán en la muestra son de algunos de los artistas más notables del periodo novohispano, como José de Ibarra y Juan Sánchez Salmerón.
“Es de lo mejor de esa etapa de la pintura. Dudo que el Colegio de Vizcaínas vuelva a prestar tal cantidad de obras a un museo como el Nacional de San Carlos, dedicado a divulgar y difundir este tipo de arte, debido a lo delicado de cada pieza artística y a los lugares inaccesibles en los que se encuentran”.
Durante un recorrido con diversos medios de comunicación, la directora del MNSC, Carmen Gaitán, aseveró que la muestra tiene obras extraordinarias de artistas como José de Ibarra, Francisco Martínez, Juan Rodríguez Juárez, Miguel Cabrera, Francisco de Zurbarán y Juan Sánchez Salmerón, algunos de los máximos representantes de la pintura europea y novohispana que trabajaron temas religiosos y barrocos.
“Tenemos obras con la influencia de Caravaggio, que llegó a la Nueva España a través de los pintores españoles que se establecieron aquí. Cuando planeamos esta exposición se hizo una visita al Colegio de Vizcaínas, cuya tradición se remonta a los tiempos coloniales, y que anteriormente admitía solamente a niñas. Ahora se ha vuelto mixto.
“El colegio posee unos de los patios más engalanados de esta ciudad, y una capilla y un acervo fantásticos. Este último nunca prestaba nada para que saliera. Mediante pláticas y continuas visitas se consiguió el permiso para que nos prestaran 12 piezas”, señaló Gaitán.
Las 12 piezas del Colegio de Vizcaínas y las 18 del acervo del MNSC establecen un diálogo entre manifestaciones artísticas europeas con las novohispanas.
Una de las joyas de la exposición de carácter religioso, a decir de la titular del MNSC, es La cena de Emaús de Francisco de Zurbarán, “que permanentemente se expone en el extranjero, en países como Alemania e Inglaterra, porque es una obra extraordinaria”.