“Acordes vitales: Juan Villoro, el testigo del rock”

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El Juan Villoro músico

En su charla “Acordes vitales: Juan Villoro, el testigo del rock”, el escritor compartió sus memorias roqueras y habló de sus breves incursiones en el terreno interpretativo

El escritor, intentó formar la banda Los Renault

  J  uan Villoro es periodista, narrador, ensayista, autor de libros infantiles y traductor de obras en alemán y en inglés, facetas que lo convierten en uno de los principales escritores latinoamericanos contemporáneos.

Sin embargo, también es amante de la música, a tal grado que ha llegado a crear grupos y escribir canciones. Esta faceta fue abordada por el literato en la charla “Acordes vitales: Juan Villoro, el testigo del rock”.    

La Sala Murray Schafer de la Fonoteca Nacional fue sede de esta platica conducida por el periodista, sociólogo, etnomusicólogo, productor y DJ, Bruno Bartra.

En la charla, Villoro rememoró que su madre fue quién le dijo y convenció que fuera fan del rock & roll desde los dos años, por lo que este género fue su primer contacto con la música.

“Vivíamos en la ciudad de Guadalajara y ella me llevaba en una carriola al Parque Alcalde. Ahí había una rocola en donde se ponía rock & roll. Era el momento de Elvis Presley como la gran figura mundial, después empezaron los Beatles y algunos grupos mexicanos como los Rebeldes del Rock y Los Locos del Ritmo”.

El autor de El disparo de argón y Materia dispuesta añadió que los primeros discos que escuchó, fue en su casa, y eran de Los Beatles y de Bossa nova, ya que su madre fue novia de un baterista de la música popular brasileña.

“Después me puse a juntar el poco dinero que me daban los domingos para comprar discos de esos que tenían una o dos canciones de cada lado. Recuerdo haber adquirido The Last Time de The Rolling Stones y Help!  de The Beatles”.

El también profesor de literatura pormenorizó que lo que más le gustó de la música “es que era una narrativa para mi vida y un mundo de mensajes encriptados y extraordinarios”.

El miembro de El Colegio Nacional también abordó la creación de El lado obscuro de la luna (programa para el cual escribía los guiones) que inició su transmisión en Radio Educación el 1 de agosto de 1978 y concluyó el 12 de noviembre de 1981.

“Nosotros le pusimos The dark side of the moon porque es un título muy poético y me parece extraordinario, aunque también alude al reverso de las cosas, a lo que no puedes conocer o no has visto del todo.

“Y en cierta forma, la música rock en esa época era una zona desconocida para la mayoría de personas ya que existían algunos programas de rock muy buenos que eran pequeños oasis dentro de la radio como La respuesta está en el aire y Vibraciones, un programa bastante mafufo pero que transmitía buena música”.

El ganador del Premio Internacional de Periodismo Vázquez Montalbán (2006) y Premio Iberoamericano de Letras José Donoso (2012) explicó que para él el rock es un género que tiene un sentido de comunidad y que es por este motivo que a lo largo de los años siempre ha tenido éxito.

“Grupos como Caifanes, Café Tacuba, Molotov y tantos otros pudieron prosperar gracias a que establecieron un contacto directo con su gente. Si algo caracteriza al rock es que tiene ese sentido de comunidad, ya que cada grupo responde a un medio especifico que los hizo cantar y soñar de una manera y no de otra”.

El autor de los libros de cuentos La noche navegable, La casa pierde y Los culpables también habló de su colaboración con el grupo Café Tacuba en la escritura de las canciones Sashimi Corte Fino y Laberinto que formaron parte de la banda sonora de la cinta Vivir mata, cuyo guión fue escritor por él.

“Sashimi Corte Fino es algo que difícilmente califica como rock, es como una balada atmosférica. Se llama así porque uno de los personajes de la película es artista plástico porque hace dedos, orejas y cosas de plástico. Entonces está canción aparece cuando él le está contando a la chica que le gusta que se dedica a hacer estas cosas de plástico.

“Mientras que Laberinto habla un poco de qué es Vivir mata: una cinta que tiene que ver con la Ciudad de México y la imposibilidad de encontrarse ahí, habla de una historia de amor”.    

Juan Villoro también comentó que intentó formar grupos de música como Los Renault, junto con Óscar Sarquiz. “El título era porque todos teníamos un coche Renault. Ahí yo escribí muchas letras y nos reuníamos, pero en realidad era una gran oportunidad para estar con amigos extraordinarios que sabían mucho de música”.

El periodista reveló que su próximo libro será El vértigo horizontal un texto que trata de la Ciudad de México. Además platicó de Mientras nos dure el veinte, espectáculo roquero-literario que presentó en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris con el músico y productor Diego Herrera.

“Este espectáculo ha sido una gran experiencia, pero claramente, y en todo momento, yo supe que estaba haciendo algo excepcional para mí, es decir, no es lo que me corresponde ni lo que hago.

“Nos fue bastante bien y quedé muy contento, pero dije yo me corto la coleta y esperaré un tiempo para ver si regresamos o no, porque me siento como pez fuera del agua”. 

Finalmente, Juan Villoro comentó que se ha quedado atascado en los discos de David Bowie, Bruce Springsteen, Joni Mitchell y, principalmente de Lou Reed, pero eso no lo limita a escuchar música actual como la indie, del grupo Sleeping with sirens o de Tino El Pingüino, “un rapero que me parece extraordinario y me gusta muchísimo”.    

Acerca de Perla Schwartz

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