El planeta se me resbala por la piel
-lo siento-
entierro mis obsesiones en este fin de semana,
en este fin del mundo
Busco bellezas para decorar el cementerio
flores
flores
flores
el sinsentido es la única respuesta con sentido
El señor de la basura no llega
y yo solo quiero volver a dormir,
no estoy triste o melancólica,
es sólo un estado intermedio, indefinido,
algo entre mis manías y depresiones
Me he desmarcado de todo,
ya no quiero estar agrupada dónde nadie escucha,
la ruta de emergencia no era esa:
la del colectivo, la del padrón, la del carnet
(es otra hermandad la que nos falta)
Junto algunas latas de alimentos en una bolsa,
es lo único real que ahora puedo hacer por alguien:
dar comida después del desastre;
es lo único verdadero que nos queda
en el milenium acuático y oscilatorio de las 11 p.m.
Suelo ser alguien que solo habla verdad
en el silencio de la página,
cuando están distraídos en el evento del momento,
en el partido de fútbol,
en el restaurante marabunta de la soledad
Tengo amor todavía,
a pesar de mi humilde cinismo,
paradoja taciturna del tiempo
que nos cuartea la fe
Tengo amor todavía,
quizás de algo sirva en este edificio
que se nos despedaza,
en esta vida que nos da miedo,
en esta historia que ya no supimos contar
Tengo amor todavía,
escurre en los corazones que voy rescatando,
revive con algunas miradas que me prodigan
Tengo amor todavía,
lo zurzo, lo pinto, lo trenzo, lo reinvento
Tengo amor todavía