—Bueno ya. No logro encontrar la gracia. Además, ¿de qué se burlan? ¿Piensan que sus relatos han sido mejores? Parece que les hablé en chino, cuando les mencioné los elementos indispensables por desarrollar a lo largo de un relato. Chistosos… ¿quién sigue?
—Yo, Ana. El relato que escribí se llama Poly, que es un nombre propio de mujer. En realidad la protagonista se llama Mariana pero decide cambiar su nombre por el de Poly.
—Poly… no sé si sea un nombre anglosajón o si te refieres a su significado griego… no importa, por favor, lee ya tu cuento. Y por favor, utiliza un volumen de voz alto, pero sin gritar.
—“Cuando Mariana Juana Elliot cumplió cuatro meses de edad, el mundo entero sólo atinaba hablar de una cosa, de Laika, la perrita rusa, que los rusos habían enviado al espacio por orden de su líder, el señor Jruschev. En esa época, lo ingleses todavía no odiaban a los rusos, había una clase de agradecimiento tácito por haber vencido a los nazis, aunque en realidad, también los franceses se adjudicaban esa victoria. También los americanos y por supuesto, también los ingleses. El caso es que la mamá de Mariana sentía filia hacia el pueblo ruso y en consecuencia también por la perrita Laika. Durante su infancia, Mariana escucho miles de historias sobre las aventuras de Laika en el espacio y también escuchó miles de noches como su mami lloraba porque su esposo (el papá de Mariana) las había abandonado. Lo único que recibió Mariana de parte de su papá, fue una ligera pigmentación oscura en la piel —hay quien dice que el papá de Mariana era un aristócrata de un país llamado Somalia, al parecer ubicado en África o en Asia—, que la hacía distinta a todas sus compañeras en el colegio. En general, todas ellas eran muy blancas y de cabello rubio o castaño, mientras Mariana era de piel casi blanca y de cabello oscuro. En esa época era complicado no tener la piel blanca. Estos hechos serían una de las principales fuentes creativas de Mariana en el futuro.
>>A pesar de tener poco dinero, la mamá de Mariana siempre trató de impulsarle su amor por la música. Le pagó y la llevó a clases de guitarra, piano, canto y Ópera. Al cumplir Mariana, 15 años, las clases musicales finalizaron porque abandonó su casa, a su mamá, a su escuela, a sus amigos. Viajó de mil y un formas por el sur de Inglaterra, hasta que un día, el 3 de julio de 1976, entró al “Pier Pavillion” en Hastings, en donde junto con otras 40 personas presenció la actuación de un grupo de rock, de un subgénero denominado como “punk”. El nombre del grupo era: Sex Pistols.
>>Mucho se ha dicho y escrito sobre ese concierto. Su influencia fue tan grande que al menos 5 grandes agrupaciones musicales nacieron ese día, entre ellas la de Mariana, que en cuestión de minutos cambio su nombre al de Poly Styrene (al parecer, su maestro de canto alguna vez le dijo: “tu voz es incolora pero dulce, esa dulzura evapora fácilmente tu terrible presencia en el escenario”), y así, con su nuevo nombre, Mariana —Poly— formó una banda de rock punk a la que llamaría X-Ray Spex, la cual lograría grabar 5 sencillos y un solo álbum.
>>Habiendo conseguido un poco de fama, Mariana —Poly—, empezó a sentir la confianza necesaria para hacer frente a su madre…
—Ana, Ana, Ana, para; eso no es un cuento. Además, les pedí que escribieran un cuento o un relato sobre alguien admirable, ¿qué tiene de admirable una mujer que cantaba música punk?
—No es sólo que cantara, era LÍDER de una banda de rock punk, en medio de un mundo donde las mujeres no podían ser líderes de nada y menos de grupos de música rock y menos aún de música punk o post-punk. Influenció a muchas artistas y cantantes, desde esa época, hasta la fecha. Poly, quiero decir.
—Pues será lo que quieras pero tu cuento parece más bien una biografía y me temo que muchos de los datos mencionados deben ser inventados, sospecho que por ti misma.
—Puede ser, pero ¿no se trata de eso la ficción? ¿No se trata de contar y recontar historias que continúen sorprendiéndonos? ¿Qué es real y qué es ficción? ¿Quién es admirable y quién no? Y, me pregunto ¿usted, qué opina maestra?
Ciudad de México, marzo de 2018.