Dos navegantes – un espíritu
El ángel brilla con el destello
de las montañas azules
Reflejo de un lago – paisaje perpetuo
Mas no hay nada
Tantas montañas son una
En medio
estático aire
estático lago
Una barca de madera
negra-azul-negra
El ángel custodia de pie
en medio de la barca
en medio del lago
en medio de la montaña
El aire no alcanza los bordes
Los ojos del ángel son fuego
El agua espera a la tierra
el lago a la montaña
Observa hacia el futuro – el ángel
y siente el pasado
No hay viento ni esperanza
porque la barca es pequeña
Del fondo del lago
las algas apresan
los pies sin alas
del cuerpo inerte
Acarician las marmóreas rodillas
el alma candente
Todo gira en movimiento discreto
Montaña y lago
aguardan el espasmo
Mas no hay viento
Aguardan que las algas
dejen en paz su azul
Aguarda el ángel
el juicio de estos seres
Los ojos queman
sus entrañas de oro
su centro de plata
Las algas violeta lo abandonan
Llora la barca
Llora la montaña
Tiembla el lago
Su risa es fragilidad
y gimen los maderos del barco
azul-negro-azul
Mas no hay viento
ni movimiento – ni luz
El ángel se conmueve
sólo solitarios sollozos
que se pierden en el espejo
de montañas – que son una
Sostenida en medio de la barca
Sostenida su alma rígida
en una estaca apolillada
No hay movimiento – ni luz