Mar helado, aguas quietas, ínfimas olas.
Mañana nublada en una playa desierta,
el aire frío lastima, algunas rocas que apenas se mojan.
Es la imagen de mi padre y mi abuelo platicando
al casi nulo ritmo de la olas.
Mar helado, aguas quietas, ínfimas olas.
Es la última imagen que recuerdo de mi abuelo
con su camisa de lana con olor a pasado.
Palabras que explicaban la importancia de ser bueno
y que hasta ahora entiendo.
Mar helado, aguas quietas, ínfimas olas.
Ahora yo soy el abuelo
y hablo con mi hijo al compás que marcan las olas.
Hay un rastro que se va quedando en la arena,
las imágenes de ahora se quedaran,
seguramente, en la mente de mi nieta.