Las flores violetas
me conmueven hasta las lágrimas
y mis ojos son devorados por esta primavera lluviosa
donde avenidas y propagandas
me indignan por igual
Suministro con delicado pavor
las noticias
los calendarios
anhelo ejercer mi bondad
pero el mundo me distrae
sus trámites
sus dentistas
sus bodas inciertas
sus citas inválidas
sus pésames irrevocables
Desmemoriada y ansiosa
quedo atrapada
en la cintura de mi reloj de arena
y me considero dispuesta
a lo indecible
con tal de un poco de realidad
contigo
con tu vuelo
dentro del mío
Pero el tiempo no da
-diría Julio-
entre liquidar el pasado
y pronunciar futuros
pero las puertas se cierran
y sólo queda