Como el clavel y como el viento
el caracol es un cohete;
petrificado movimiento.
Octavio Paz
Estoy ardiendo
con el humo congelado por mis venas
un sol de invierno triste
se desprende de mi boca entreabierta.
Hornacina
claustro donde un diminuto caracol
acaracolado por el miedo
mueve pausadamente sus tentáculos
en su escondrijo de cenizas.
El viento dispersa el comején ebrio
y mi corazón despabilado
aglutina trocitos de esperanza.
Diciembre de 2006