El silencio galopa en mi sangre

Como obligarte a que  vuelvas a escribirme.
Como decirte que lo sé (que no lo harás).

Pero te diré que no encuentro, que no me encuentran.
Que no son ellos, ni soy yo para ellos,
que no me importa recordar a nadie más,
que olvido rostros y nombres.

Con esta ausencia de años
que me volvió el corazón en costra seca,
que me hizo intolerante  a seres incompletos
que sólo anhelan mi carne febril
pero rehúyen el riesgo del fuego en mi mente.

Muchos se hechizan por mi rastro de letras,
por mis enaguas de tinta y promesa,
pero ahora soy otra,
la de los ojos de fiera, la del encierro legendario,
la que clava cuchillos en cada palabra.

Des-versada de pies a cabeza,
bruja sin brújula,
poeta sin pasión.

El silencio galopa en mi sangre.
Y no hay salto.

Y no hay luz.