¿Deseamos objetos valiosos porque son valiosos, o los
consideramos valiosos porque son deseables?
Proverbio Huichol
En el colectivo humano se estructuran diversas realidades, y casi siempre estas refieren a antecedentes culturales. Tal es el caso del “Icpalli”, palabra de origen náhuatl que seguramente nadie le tiene identificada, pero en realidad es un referente de la cultura jalisciense. El famoso, folclórico y castellanizado “Equipal”, es parte del inmobiliario tradicional que se puede encontrar a lo largo y ancho de la república mexicana.
Este asiento es un referente del estado de Jalisco y pocos se han detenido en develar su origen, este se remite al mítico pasado azteca y promovido por los wixárikas de origen huichol que provienen de los náhuatls. Equipal se le traduce como asiento para los dioses o asiento de reyes, este se retrata gráficamente en el códice mendocino. El mueble es un símbolo de poder y testimonio de los diferentes estatus sociales de aquella época.
Alfredo Chavero famoso historiador mexicano, nos muestra a través de las siguientes líneas la importancia del Equipal, “Al dios Ometecuhitli lo colocaban en la región más alta de los cielos, un lugar llamado Omeyóacan. Pintabanlo sentado en un icpalli real, adornado de riquísimas plumas y de los símbolos de la luna y la estrella de la tarde, teniendo sobre la frente en su tocado el signo de la luz”
Si bien es cierto los aztecas dejaron la herencia de este mueble, la comunidad huichola reclama la preservación del mismo, debido a que este representa la tradicional flor de sotol, de la que extraen el aguardiente. Este cómodo taburete con respaldo y braceras, ha ido evolucionando al pasar del tiempo y clásicamente está hecho con materiales del municipio jalisciense, Zacoalco de Torres (lugar del agua encerrada); este consta de palo de rosa, palo dulce, carrizo y tepoza, tratados únicamente con machete curvado.
El proceso tradicional en la comunidad huichola para la creación de este bello asiento, es aprendido por todos los integrantes de la familia. Los padres únicamente jiman, es decir deshacen las estacas. Los hijos aplastan los carrizos hasta dejarlos como tablas delgadas y las mujeres cosen tubérculos o camotes para pegar las varas, mientras los niños hacen los lazos para hacer los amarres.
En México se destacan varios muebles de distintas técnicas y diversos materiales, pero este además de tener muchísima historia y mucha vistosidad, su forma redonda lo distingue de cualquiera. Así que después conocer la historia de este milenario asiento, siéntanse como dios cuando estén en el sagrado aposento.