Sáquenme los ojos
de sus cuencas
no quiero volver a mirar
me lastiman los colores
obscenos en su alegría
Pido olvidar las palabras
para nunca más nombrar
ni entender
nada
Borrar el olfato
que ciego tentalea
buscando los olores
que hayan podido quedar
Pido no sentir ningún sabor
que no sea el de la sal
que me brota de los ojos
Arrancarme la piel a girones
para que no añore el roce
Maldigo estos pechos,
estos labios, este sexo,
este cuerpo todo
si no ha de servir más
para darte placer y recibirlo de ti.