·Adriana Arrieta Munguía
Rara avis terris nigroque simillima cycno
El ave sigue en vuelo
sacude su gozo el aire
y las plumas se turban abajo
Abajo
dos sombras charlan distraídas
(en el lánguido – turbio
idioma opaco)
El ave nada logra escuchar
Desesperada trina
con el aire contenido
por el desvarío de mil vientos
Aparece frente a ella
a la altura de la duda
un letrero: TIENE EL MIEDO
MUCHOS OJOS
Un golpe lacónico – ingrato
Desencaja la iracunda melodía del ave
Algunas plumas ensangrentadas
se deslizan hasta las sombras
que conversan sin cesar
Algunas plumas rojas
se abrazan al cuerpo etéreo
de unas figuras que ahora – extrañadas
miran – inquieren
con el vacío de sus ojos
Por qué el ave rara se estrelló
contra unas cuantas letras ingenuas – ajenas
Ellas no entienden el lenguaje nervioso – altisonante
de las aves