Esta lágrima atravesada en el cuerpo
Esta asfixia provocada por el apretado traje de la circunstancia
Estas llagas en la espalda de hada mutilada
Estos ojos acribillados de tantos no horizontes
Todo eso es ansiedad –dicen-,
para mí sólo es descalabro, fin del mundo
Me cansé de los libros, de los amores imposibles
Empieza una nueva era –dicen-, morir o renovarse.
Sólo sé morir a diario, digo yo
El fuego se transformó en un dolor que arrastro
Como vestido ajeno
Nadie quiere comprometerse más allá de cierta hora,
de ciertos lugares imaginarios
Y yo con esta lágrima gigantesca que me devora
por dentro,
con este monstruo aceitoso que viaja en mi cerebro
Terminé cada uno de mis turnos, gasté cada palabra,
cada esperanza
Acabó la fiesta y los infames llegaron por todo,
se roban mis flores, las cartas de amor
que atesoraba,
los manifiestos en los que creía
Balbuceo desde un corazón desmantelado,
desde los tres gramos de mí que sobreviven a todas las guerras