En el conflicto magisterial que alcanza a todo el territorio nacional ya se percibe visos de apertura; se sentaron a dialogar lo que presume una Evolución.
No obstante, la batalla mediática entre los representantes del régimen y los maestros disidentes a la Reforma educativa, hay un desequilibrio evidente; mientras que los primeros tienen acceso a la mayor parte de la prensa escrita y electrónica –con cargo al erario-; los segundos con volantes, pancartas, marchas y bloqueos informan a la sociedad.
En un ejercicio de civilidad las negociaciones podrían hacerse públicas, llevarse a acabo a través de los medios de comunicación del Estado, para que toda la sociedad este informada.
¿Es mucho pedir?
O es, como soñar con un país en Democracia.
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