Ante la desaparición en este año de una de las barras de noticias matutinas más importantes de la radio mexicana con Carmen Aristegui al frente de un equipo de periodistas, y las componendas de los empresarios de MVS con el actual gobierno, la audiencia radiofónica se quedó sin un canal de información veraz, fidedigno y con credibilidad.
La ausencia de Carmen Aristegui y su equipo de periodistas profesionales dejó a sus audiencias huérfanas, naufragas en el mar de noticias nimias, insulsas, intrascendentes.
La crisis de contenidos en los medios electrónicos, una vez que Aristegui desapareció de la barra matutina se hizo más evidente, pues en el contraste con los otros medios informativos se notó la ausencia de análisis y crítica.
Los diversos medios parecen cortados, diseñados, desde un molde, una sola matriz. El troquelado de sus emisiones parece una copia fiel de la propaganda gubernamental, machacona, acrítica, vociferante y triunfalista.
Abundan los programas de confidencias y publirrelacionistas, con conductores y conductoras banales, que se ríen y se burlan a la menor provocación del otro o de los otros. Programas que “entretienen” y que distraen a las audiencias para que se diviertan.
Un divertimento que llega hasta la grosería, en una programación que olvida que las audiencias piensan y están preocupadas por saber y estar informadas por lo que sucede en su localidad, en el país, en el mundo.
En el espacio de los mega Hertz, en las ondas más frecuentes de nuestro desconcierto, como náufragos, nos asimos a una tabla para salvar la vida; y así buscamos infructuosamente un sustituto de esa ausencia informativa.
No obstante la abundancia de frecuencias radiofónicas, que surcan el espectro radioeléctrico, hasta hace poco, ninguna pudo sustituir al desaparecido programa de noticias de Carmen Aristegui.
Su ausencia, se vive, se siente.
Con un auditorio a la deriva y la apremiante necesidad de éste de una dieta informativa como la que venía suministrando diariamente en su matutino, Carmen Aristgeui.
Las audiencias probaron a aventurarse en ese mar de información electrónica para buscar un asidero, un respiro a su necesidad de estar informadas, fuera de los canales oficiosos.
Y nos encontramos con las redes sociales, como una alternativa para sustituir el flujo de información libre de “noticia chatarra” . Y algunos puntos del dial radiofónico que no obstante pertenecer a la radio pública, como Radio Educación, mantiene todavía espacios dignos de ser escuchados, realizados con un esfuerzo que logra evadir el acotamiento político del régimen.
Por supuesto sin mencionar, por el momento los canales de la televisión abierta y de paga, pues lejos de representar una alternativa son una repetición de la matriz informativa adulterada. Tóxica.
Sin embargo, la perseverancia y la necesidad del público informado tiene su recompensa, recién y luego de un año en el aire, sobresale y se va consolidando como una alternativa informativa matutina, un programa que dosifica la inteligencia, la alegría y el buen humor, al mismo tiempo que combina el análisis y la critica.
Primer movimiento en Radio Universidad
El mundo desde la Universidad
Primer Movimiento es el espacio de Radio UNAM, conducido por Benito Taibo, Luisa Iglesias y Juan Inés Dehesa que se transmite de lunes a viernes de 7 a 10 de la mañana por el 96.1 de FM.
En su presentación, radio universidad se refiere al programa así:
“Esta emisión propone aproximarse a los acontecimientos cotidianos desde el punto de vista de la cultura y las preocupaciones humanas. Bajo la divisa “no nos ocupa lo urgente, sino lo importante”, se busca tratar los eventos no desde la inmediatez y el vértigo, sino desde la reflexión y la mesura.
Consciente de su condición de radio pública y universitaria, Radio UNAM, a través de Primer Movimiento, echa mano del enorme capital cultural de la UNAM y de otras instancias de educación superior, propiciando que sean los principales académicos y autoridades del país quienes entablen un diálogo con la audiencia a través de los conductores.
Así, Primer Movimiento es una emisión radiofónica fresca, donde lo mismo cabe el humor y la gastronomía, el análisis de los principales acontecimientos del país y el mundo y la meticulosa disección de los temas que a diario nos preocupan. Primer Movimiento ofrece una opción periodística matutina seria, sin ser solemne, y atractiva, sin hacer una concesiones; una opción informativa, en resumen, digna de nuestra máxima casa de estudios.”
Y lo logran con creces. Las audiencias llegaron a buen puerto, confiable, por la institución que lo sostiene y patrocina, el programa de radio imprescindible que no debe faltar en la dieta de un buen radioescucha. Un programa de radio para recobrar el humor y contagiarse de inteligencia. Y como dicen sus conductores, para “hacer comunidad”.