La improvisación musical ha sido entendida por mucho tiempo como una practica dentro del abanico de conceptos presentes en el estudio, interpretación y creación de la música, aunque desde mi perspectiva y la de muchos otros músicos y creadores, la improvisación puede entenderse como un modo de vida, como una pulsión vital del ser humano, asociada con la libre elección, o bien, como la facultad para asumir una actitud de juego, libertad, espontaneidad, dentro o fuera de ciertos márgenes y territorios, sean estos determinados o indeterminados.
Desde esa perspectiva, entender a la improvisación como una actitud, es sacarle todo el peso y rigor que representa “la práctica musical” o “la creación” como conceptos convencionales, ya que esta actitud, no se limita solamente al hecho de “hacer”, si no que apela a la libertad del ser, en medio de la vorágine de un mundo vertiginoso y avasallante, en donde por mucho tiempo, los poderes hegemónicos han intentado desfragmentar esta actitud tan vital para el ser humano.
En este sentido no es casualidad que en el mundo del arte, y en el ámbito del free jazz, la música improvisada y la experimentación, muchos de los más importantes exponentes, preserven y apelen al buen uso del tiempo y el espacio en sus vidas cotidianas, en sus obras, o en sus improvisaciones, justamente como parte de una necesidad vital y en cierta medida, como un mecanismo de resistencia.
Fuera de cubrir compromisos obligatorios que imponen los sistemas económicos y culturales, hoy más que nunca, da la impresión de que no solo músicos y artistas, si no que también personas provenientes de diversas realidades, están valorando de manera importante el hecho de emplear el tiempo y utilizar los espacios de manera ingeniosa y creativa. Y acá incluiremos también a nuevos colectivos sociales y comunitarios ajenos a filiaciones partidistas, quienes día a día y por el bien común, se van sumado a una forma creativa de resistencia.
Es acá en donde la improvisación y el afán de libertad, juegan un verdadero rol para la transformación de una realidad torcida e impuesta. Y es quizás la razón por la cual muchos voltean a mirar a la historia no oficial, aprovechando la información que actualmente circula por diferentes medios, para valorar lo que por siglos, han hecho y hacen, las culturas originarias y autóctonas que se encuentran vigentes y que a pesar del avasallamiento, continúan en resistencia, dando un claro ejemplo al mundo, de cómo utilizar la intuición y la creatividad por el bien común.