A casi un año del cambio de gobierno, el nuevo paradigma sigue construyendo el camino para dejar el terreno neoliberal. Y la cultura es una herramienta indispensable para cambiar la mentalidad de la sociedad.
A pesar del menosprecio de la derecha empresarial, los grupos políticos de esa corriente y un sector de la población que aún se resiste a aceptar la realidad del país.
Las clases pudientes acostumbradas a mandar y ser obedecidas están recibiendo una respuesta contundente del pueblo. No más privilegios para los empresarios corruptos que no pagaban impuestos, no más arreglos en los “oscurito” con el nuevo gobierno. No más influyentismo.
El uno por ciento esta viendo caer, desmoronarse todos sus privilegios y abusos de clase. La reacción hace una suma de coraje para descarrilar la transformación del país, pero la gente ya perdió el miedo.
La derecha agazapada en su mundo; da patadas de ahogado. A sus políticos muy pocos los siguen y a sus voceros a sueldo ya nadie les cree. La crisis política les llego de noche,nunca la vieron venir, pues su ceguera, arrogancia y soberbia , se los impidió.