- Ana Lydia Valdés
El 2015 inició con un par de complicaciones importantes: la caída de los precios del petróleo y un mal ambiente emocional derivado de los conflictos político-sociales, que en su conjunto frenan la inversión extranjera.
Mercados emergentes como México, presentan mayor crecimiento a diferencia de los países desarrollados, con características particulares que atraen la inversión pese a la inseguridad o la corrupción.
“Pero si hay un mayor riesgo, los inversionistas buscarán mayor rentabilidad para compensarlo”, afirmó Carlos González Tabares, Director General de Análisis y Estrategia Bursátil de Monex, ya que en términos económicos, tiene un efecto del 1% sobre el Producto Interno Bruto (PIB).
El efecto causa mayores costos a las empresas, debido a que tendrán que invertir en seguridad para instalaciones y ejecutivos. “Este costo, que podría invertirse en proyectos productivos, se destina a la seguridad, bajando rentabilidad y utilidades”, asentó González Tabares.
En este marco, González Tabares, Roberto Charvel, Gerente de Fondos Inmobiliarios de Compass Group y Manuel Campos Spoors, socio-director de Softec coinciden al señalar que inversionistas que ya tienen presencia en México, aceptan la situación sin cambiar su intención de invertir, pero los que vienen, frenan la inversión y hacen un doble análisis anteponiendo el tema de seguridad.