La simulación es, sin duda, el estilo de hacer política de quienes rodean al Jefe delegacional en Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo Román. Y el estilo de éste, el de la complacencia: dejar hacer y dejar pasar actitudes tan lamentables como mentiras, demagogia e irresponsabilidad de aquellos en quienes confía den solución a problemas que sus gobernados, sus electores, le plantean.
A no otra conclusión se llega, ante el plantón con que sus subordinados respondieron al compromiso que –a nombre de Lobo Román-, hicieron con vecinos de la colonia Vallejo para reunirse con ellos y ofrecer solución a un problema simple: la habilitación de un espacio, en la Casa de Cultura Richard Wagner para la impartición de clases de danza a niñas de entre cinco y doce años.
El 21 de octubre, la responsable del área de cultura de la delegación, Sandra Morales y su colaboradora, Leticia Bravo, comprometieron la palabra del Jefe delegacional para ofrecer alternativas de solución, luego de que madres y padres de familia les plantearan que el problema es consecuencia de la ineptitud de José Pepe Aguilar, administrador de la mencionada Casa de Cultura.
La cita era a las 17:00 horas de el este miércoles 28 de octubre y las funcionarias, nunca llegaron. Simple y llanamente ignoraron el compromiso y dejaron plantados a los vecinos, es decir, como dijera el clásico: “con un palmo de narices”. Sólo estuvo Pepe quien de inmediato sacó su inamovible discurso de burócrata: que no podía saltarse jerarquías y que la clase de danza nomás no se daría dentro de la Casa de Cultura. Y no se dio.
Y como hace una semana, las pequeñas tomaron su clase a la intemperie, sobre la banqueta de la calle Anselmo Clave; a la espera de que no llueva; ante la mirada de acecho de vagos, marihuanos y vándalos y sólo bajo la protección que sus madres, padres, abuelos o hermanos mayores pueden brindarles, porque en el lugar, no sobra decirlo, la vigilancia policial, es un mal chiste.
Es verdaderamente sorprendente, y lamentable, que ignorar deliberadamente la atención al reclamo ciudadano para resolver un problema tan sencillo, sea la actitud elegida por los funcionarios de la delegación Gustavo A. Madero, es decir, por todos en esa demarcación, incluido desde luego, el Jefe delegacional, Víctor Hugo Lobo Román.
Pareciera que la lección no ha sido bien aprendida; es como si la casi derrota de las elecciones de Junio último, no hubiera tenido sentido alguno para Lobo Román. La incongruencia de dialogar con sus gobernados, de escucharlos, primero, para después ignorarlos, no significa sino menosprecio, como si la simulación fuera suficiente para quitarse de encima un problema.
Quién sabe si a Lobo Román lo engañen, pero parece que no: algunas vecinas le han hecho llegar mensajes, vía celular, sobre las condiciones en que sus niñas reciben clases de danza, acompañadas de las fotos respectivas. Y la respuesta ha sido preocupante: una de sus subordinadas, Leticia Bravo, lanzó una velada amenaza: mejor cálmense, díganle a su gente que ya no ande mandando mensajitos. Es mejor.
Así las cosas, en esta zona del olvido que es la colonia Vallejo, de la Gustavo A. Madero…