Rumores y Guerra de Pánico, de las Redes a las Calles para Desmovilizar

(Primera Parte)

Tan antigua como los consejos de Nicolás Maquiavelo en El Príncipe para infundir el miedo y controlar a los gobernados, la estrategia de propagar rumores de golpe de Estado, violencia generalizada y anarquía se volvió a aplicar en estos días en México –como no se veía desde finales de 1976-, pero ahora con el ingrediente del uso intensivo de cuentas falsas en redes sociales (especialmente Twitter y Facebook), de mensajes anónimos en Wahtaspp, acompañado con imágenes de saqueos a supermercados en varias partes del país.

“El rumor encontró en la desinformación del mexicano su mejor caldo de cultivo”, sentenció un editorial de Proceso, el 29 de noviembre de 1976, frente a los rumores de un golpe de Estado y la animadversión del empresariado contra el gobierno de Luis Echeverría, a raíz de la devaluación del peso, la primera que acabó con el periodo del “desarrollo estabilizador” (Proceso No. 0004).

El cronista mexicano Carlos Monsiváis, al referirse a las reacciones después de la devaluación del peso el 31 de agosto de 1976, escribió lo siguiente en su libro Amor Perdido:
“¡Ya viene el Golpe de Estado! Desmovilizada, casi inerte, la sociedad que recibe los rumores los transforma en histerias lánguidas, almacenamiento de víveres y chistes previsibles: ‘Debían anunciar a qué hora se televisará el Golpe’. Después, el alivio al ver que lo previsto no ha ocurrido, y la disposición absorta del ánimo para compartir, porque se sabe de muy buena fuente, el siguiente rumor. La derecha, al difundir y encomiar los rumores, cumple su rol patriótico: la desestabilización de un aparato político que, aunque a su servicio, no le parece suficientemente servicial.

“Las clases medias, al ingerir crédulamente cualquier rumor, renuncian al derecho de información y aceptan y disfrutan su indigencia cognoscitiva, se solazan en su autocompasión y vuelven, sin remedio, a la condena verbal. ¿Qué otra cosa nos queda?” (Amor Perdido, pagina 48, Ediciones ERA, 1977).

Cuarenta años después, en medio del mayor incremento a los gasolinas, a las tarifas eléctricas y al gas, las redes sociales tomaron un protagonismo único desde el 27 de diciembre del 2016 para expresar el descontento a la medida anunciada por el secretario de Hacienda, José Antonio Meade.

En cuatro días los hashtags que se difundieron en Twitter #Gasolinazo y #Gasolinazo2017 registraron 150 mil menciones. Rebasaron, con mucho, el tardío intento del gobierno federal para “explicar” la medida a través del hashtag #HablemosDeGasolinas, que tuvo sólo 12 mil menciones en el mismo periodo.
En Facebook, la plataforma con más de 60 millones de cuentas en México, se abrieron varias páginas para convocar a movilizaciones en varias ciudades del país. En menos de tres días alcanzó 200 mil seguidores y 35 mil que confirmaron su presencia para una movilización el 9 de enero.

Ante esta manifestación espontánea y generalizada de descontento, comenzó desde el 2 de enero y, especialmente, el 4 de enero una contraofensiva en redes sociales a través de mensajes anónimos en Whatsapp para promover miedo en la población, hablando de un supuesto “golpe de Estado” y de órdenes para disparar contra la población.

Las grabaciones anónimas, muy bien producidas, fueron de al menos cuatro tipos distintos. En una se escucha la voz de una mujer “que trabaja en el gobierno” y advierte lo siguiente:
“No es una nota alarmante. Es una nota preventiva, para quien guste tomar la información. Tenemos fuertes rumores de que el ejército le está dando la espalda al gobierno. Lo cual significa un inminente golpe de Estado. Por favor, no salgan tarde, no se alejen mucho de sus casas. Estos días las cosas se van a poner muy feas. Peña no va a acceder a dejar el gobierno. También viene acá el grupo armado de Jalisco y pues dijeron que a lo que se mueva le van a dar”.
Para darle aún más credibilidad al mensaje, esta voz agregó:
“Repito: todo esto son rumores, información que llega. Mi deber es compartir la información y tomar las medidas pertinentes. Por favor, cuídense mucho. No salgan tarde. Viene ahora una época un poco difícil. El levantamiento viene y viene en serio”.
En otro mensaje se escucha la voz de un supuesto soldado que dice lo siguiente:

“!Qué onda grupo! Les voy a pasar un aviso: por favor, no salgan. A nosotros nos están dando la orden de que nos pongamos de civil, pero vamos a salir armados, otros van a salir uniformados. Esto se va a poner muy feo. A la hora que se active la emergencia, vamos a disparar a fuego abierta. Por favor, no salgan, no salgan. Yo me voy a hacer pendejo, yo no voy a disparar a mi propio México porque yo estoy en contra de todo eso. Por favor no salgan!”.
También comenzó a circular en Whatsapp y en Facebook otro mensaje que se viralizó sobre la “teoría del pánico” que explica lo que está haciendo el gobierno. El objetivo también es infundir miedo:
“Teoría del Pánico:
“1.-Se aplica la acción (reformas)
“2.-El Estado genera el pánico (saqueadores y violencia).
“3.-Algunos piden la presencia del Estado a través de sus fuerzas para restablecer el orden.
“4.-El Estado entra con sus fuerzas (incluyendo al ejército).
“5.-Resultado:
“a) Se engrandece al Estado como ente ‘salvador’ por restablecer el orden y se genera una aparente paz y tranquilidad desviándose así la atención de origen del problema (las reformas).
“b) Se justifica la militarización del país bajo el pretexto de mantener la paz social.
“c) Se acaba con las protestas y manifestaciones. Muy escueto pero así funciona esto. Stanley Cohen lo menciona en su libro Pánico Moral. Sistema que se aplicó en Europa iniciando el siglo XXI”.
Lo sintomático de estos mensajes anónimos es que ninguno tiene la palabra gasolinazo, alza a las gasolinas o revertir el alza de las gasolinas que fueron los mensajes más intensos en las redes sociales antes de que comenzaran a difundirse el 3 y 4 de enero.

Tampoco tienen una fecha precisa o una ubicación geográfica exacta. Incluso, son similares a algunos que circularon en el Estado de México y en la Ciudad de México en vísperas de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de la República el 1 de diciembre de 2012.
De Bloqueos a Saqueos con Ayuda de Bots
El miércoles 4 de enero, el mismo día que Peña Nieto anunció el retorno de Luis Videgaray al gabinete como titular de Relaciones Exteriores y lanzó su primer mensaje público desde que se anunció el alza a las gasolinas en 2017, el tema del gasolinazo o la demanda de revertir la medida se transformó en una palabra que se viralizó en redes y en la profusión de imágenes en los canales de televisión: saqueos.

Desde la mañana, el hashtag #SaqueaUnWalmart se difundió en Twitter por un total de 480 cuentas, la mayoría falsas o bots que se caracterizan por emitir mensajes automáticos y de manera simultánea, tener pocos seguidores y con identidades ficticias.
Una investigación del sitio www.loquesigue.tv detectó que desde la mañana cerca de 500 cuentas “difundían información falsa provocando el cierre de tiendas, pánico colectivo y reportes falsos de robos”.

“Afortunadamente, muchos informadores ciudadanos salieron a las calles a verificar lo que realmente pasaba y desmintieron lo que estos perfiles tóxicos difundían”, agregó el sitio dirigido por Alberto Escorcia.

El seguimie

nto co

mpleto de las cuentas falsas se encuentra

en la página www.pastebin.com utilizado tradicionalmente por Anonymous y otros grupos de ciber-activistas para difundir filtraciones u operaciones de ataques digitales.

Otras cuentas difundieron rumores sobre saqueos en tiendas de Huixquilucan, Interlomas y varias zonas de Naucalpan. También promovieron psicosis colectiva en las delegaciones Azacapotzalco y Gustavo A. Madero de la Ciudad de México.

Ya no sólo se utilizaron los bots de Twitter sino también imá

genes falsas, fotos truqueadas con imágenes de tanques militares en Ecatepec y llamados a toque de queda en Facebook. Por ejemplo, un mensaje que simulaba ser la página oficial del ayuntamiento de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México, difundió el siguiente comunicado:

“Debido a los diversos acontecimientos se hace mención que habrá un toque de queda en todos el municipio a partir de las 6:00 PM. En caso de salir favor de llevar identificación. Se hará un operativo a nivel municipal en la tarde-noche de hoy, 4 de enero de 2017”.

saqueos-3

(Segunda Parte)

En YouTube se utilizó un video de un supuesto vecino de Azcapotzalco que mira a la cámara, muestra una pistola y dice:
“Peña, mira. Aquí estamos preparados. A punta de vergazos nos vamos a morir todos”.
Esta imagen tiene el crédito de un sitio llamado CityMex.
Como éste, otros ciber-pasquines difundieron durante todo el 4 y 5 de enero información falsa, atribuyéndosela a medios reales como Excélsior o a la página de Aristegui Noticias. En Facebook circularon cientos de mensajes con este tipo de información sucia.
Un reporte de Erin Gallagher, titulado “Mexican Media Botnet Study” documentó estas cuentas falsas que se la atribuían a Excélsior. Ejemplificó con el caso de una página titulada El Ojo Cibernético.
“La pequeña tormenta tuitera ocurre en el contexto de las protestas contra el #gasolinazo que están ocurriendo alrededor de todo México por el alza de los precios. Hay protestas en al menos 20 carreteras del país alrededor de las gasolineras de todo el país”.
La tormenta de rumores tuvo su correlato en las imágenes de saqueos a tiendas departamentales de Elektra, Coppel y Superama en municipios del Estado de México como Acolman, Nicolás Romero, Atizapán y Ecatepec, ampliamente difundidas en los noticieros televisivos.
Un monitoreo de medios del 4 de enero, al cual tuvo acceso Proceso, revela que fue mayor el número de protestas y bloqueos en carreteras –que se venían dando desde el 28 de diciembre- al de saqueos, pero el impacto mediático y en las redes sociales se concentró en los saqueos que ocurrieron en algunos municipios mexiquenses y dos delegaciones del Distrito Federal.
En contraste, hubo bloqueos y cierres carreteros en Mexicali-Tijuana; en cinco carreteras de Chiapas; en carreteras de Chihuahua encabezadas por El Barzón; en Puebla, distintas vialidades; en la autopista México-Querétaro; en la caseta de entrada a Hermosillo; en la autopista Tlaxcala-Apizaco; en la autopista La Tinaja-Cosoleacaque, en Veracruz; y en la carretera Monclova-Saltillo.
Sin embargo, en la Ciudad de México cerraron desde las 17:30 horas los locales comerciales del Centro Histórico, la Plaza Oasis de Coyoacán, el Walmart de Copilco y Pabellón Azcapotzalco, antes los rumores de saqueos.
La secretaria de Gobierno capitalino, Patricia Mercado, hizo un llamado a no caer en pánico y señaló, al final del día, que hubo “29 eventos entre saqueos y robos” y poco más de 20 personas detenidas.
En el Estado de México hubo 7 bloqueos a distintas carreteras y autopistas, en protesta por el gasolinazo, pero los rumores de saqueos a las tiendas Walmart provocó que cerraran desde temprano las tiendas de Centro Comercial Mundo E en Tlanepantla, así como la Multiplaza Santín, en Toluca. La línea 2 del Mexibús canceló operaciones.
Propagación de rumores y saqueos
El jueves 5 y viernes 6 de enero, las imágenes y rumores de saqueos ya no sólo se concentraron en el Estado de México y la Ciudad de México. Se trasladaron a Veracruz, Hidalgo, Chiapas, Puebla, Tabasco y Quintana Roo.
Según la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) el jueves 5 de enero sumaron 370 establecimientos que registraron actos de rapiña y saqueos en 10 entidades, contra 79 que se reportaron el miércoles 4 de enero.
Se transmitieron en medios masivos y en las redes sociales imágenes de saqueos en la tienda Chedraui de Boca del Río, Veracruz y en otros establecimientos de Xalapa, Tierra Blanca y Coatzacoalcos. El gobierno de Miguel Ángel Yunes reportó la detención de 135 personas, la mayoría menores de edad con caras encapuchadas.
En Villahermosa y Macuspana se detuvieron a 17 personas que afectaron a varias tiendas, mientras que en Chiapas fueron detenidos 25 jóvenes que protagonizaron actos vandálicos, sobre todo, en las tiendas Coppel y Salinas y Rocha, establecimientos de Tapachula.
Informes de Tapachula indican que no fueron más de 20 jóvenes quienes encabezaron inicialmente los saqueos. “Eran originarios del centro del país, no eran ni migrantes ni personas de la localidad”, comentó a Proceso un comerciante afectado que pidió el anonimato. Ante la inacción de la policía municipal, la población de Tapachula se organizó vía WhatsApp y expulsó a los saqueadores en las tiendas que iban a ser atacadas.
La Procuraduría General de Justicia de Chiapas informó que detuvieron a más de 200 personas por actos de pandillerismo y saqueo registrados en Tapachula, Huixtla y Reforma.
La ANTAD publicó el 6 de enero un desplegado en los principales periódicos del país exigiendo “la presencia de las fuerzas federales en las principales ciudades afectadas”, “la intervención activa de la policía cibernética de la Policía Federal para realizar las investigaciones detrás de las masivas convocatorias a robos y saqueos que se están haciendo por diferentes redes sociales” y que “se instrumenten procesos judiciales más ágiles para este tipo de situaciones”.
Por primera vez, la ANTAD citó directamente las convocatorias a saqueos en las redes sociales como causa de los hechos delictivos.
La Policía Cibernética de la Ciudad de México informó que había detectado “más de mil 500 publicaciones difundidas a través de redes sociales sobre saqueos, explosiones y actos violentos que resultaron falsos”.
Según el titular de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, Hiram Almeida, lograron detectar 205 cuentas en redes sociales que interactúan entre sí, difundiendo rumores.
El jueves 5 de enero circularon de nuevo en Twitter y en Facebook, en cuentas apócrifas atribuidas a Grupo Fórmula imágenes de la guerra en Medio Oriente, en Venezuela y hasta en Turquía que se atribuían a enfrentamientos en Tultepec, Estados de México.
La marcha masiva en la Macroplaza de Monterrey, convocada por el Congreso Nacional Ciudadano y otras organizaciones a través de redes sociales, fue precedida de multitud de rumores sobre saqueos a tiendas, como Famsa y Walmart.
Grupos de choque formados por jóvenes, la mayoría menores de edad, “reventaron” la manifestación, ingresaron al Palacio de Gobierno, provocaron destrozos, se enfrentaron a automóviles y trabajadores de Grupo Multimedia. La Fuerza Civil tardó más de una hora en reaccionar. Hubo 18 detenidos, 6 reporteros lesionados y daños a 3 unidades televisivas.
El viernes 6 nuevos rumores sobre saqueos, propagados en redes sociales, provocaron el cierre de negocios en el Centro Histórico de Veracruz y en la Plaza Acuario, Plaza Crystal y en los mercados Hidalgo y Unidad Veracruzana.
Según el estudio de www.loquesigue.tv se han registrado “más de 5 mil tuits que convocan o difunden protestas pacíficas” en todo el país, pero los saqueos “creemos que fueron incitados desde cuentas de Twitter que tradicionalmente participan en amenazas y acosos a periodistas y activistas, y generan trending topics (TT) de odio”.
Este portal de blogueros e investigadores en redes sociales y promotores de los derechos digitales, consideró que la Policía Federal puede acceder a más datos de firehose (acceso pleno) a Twitter, “pues sólo una institución podría pagar este tipo de accesos”.
El mecanismo para propagar los rumores y el pánico “es en parte bots alimentados principalmente por el software Tweedeck y también cuentas de mal llamados influencers que al escribir reciben decenas de RT (retuits o compartir el mensaje) o menciones de las cuentas que son automatizadas”.
Tan sólo con los software Tweedeck o Hootusite “se puede crear un pequeño ejército” para generar pánico y miedo, destacó el portal especializado.
Al parecer, lo lograron en estos primeros días de la protesta contra el gasolinazo. El rumor pretende convertirse en sicosis, pero también ya hay miles de ciudadanos que llaman a la mesura frente a la información digital.

 

El rumor surtió efecto. Cientos de habitantes de Cuautitlán creyeron que había un toque dequeda

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