Manuel Velasco y la “pifia monumental” en el Senado (2da Parte)

 

 

 

La crisis política por el caso Velasco

  D  esde su origen, la candidatura de Manuel Velasco en la posición 2 de la lista plurinominal del Partido Verde al Senado de la República generó controversias y polémicas. El mandatario de Chiapas se confrontó con Arturo Escobar, también dirigente del Verde, y decidió sustituir a Jesús Sesma y a Manuel Talayero en esta posición.

 

 

Velasco hizo valer su presión política y financiera, ya que el Partido Verde dependió en buena medida del gobernador de Chiapas. El 30 de junio, horas antes de la elección federal, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) avaló de última hora la maniobra de Velasco, quien se puso en la posición 2 de la lista plurinominal y nombró como su suplente a Eduardo Enrique Murat Hinojosa, hijo de José Murat y hermano de Alejandro Murat, actual gobernador priista de Oaxaca.

 

 

Durante esa misma sesión, el representante de Morena ante el INE, Horacio Duarte, afirmó que era “inaceptable” que horas antes del proceso electoral se registrara este cambio.

 

 

El INE argumentó que Velasco aspiraba a un cargo de representación proporcional y, por tanto, no le aplicaba el artículo 55 de la Constitución que impide a un gobernador contender por un cargo en el lugar donde ejerció como jefe del Ejecutivo estatal.

 

 

Superado este trámite y una vez que Manuel Velasco expresara su inmediata adhesión y apoyo al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, desde su posición como dirigente de la Conago, el mandatario chiapaneco operó otra maniobra: el 24 de agosto presentó una iniciativa para modificar los artículos 42, 52, 55 y 56 de la Constitución local para que pudiera retornar como sustituto de sí mismo. El miércoles 29 de agosto el Congreso chiapaneco le concedió licencia “indefinida” a Velasco para que tomara posesión como senador de la República.

 

 

El martes 4 de septiembre, la licencia de Manuel Velasco puso en aprietos a la Mesa Directiva del Senado, encabezada por Martí Batres, de la bancada mayoritaria de Morena, quien se confrontó con la Junta de Coordinación Política, presidida por el también coordinador de Morena, Ricardo Monreal, quien apoyó una segunda votación para enmendar el rechazo a la solicitud de licencia.

 

 

Batres le sugirió a Velasco que pasaran el punto para la sesión del jueves 6 de septiembre. Velasco respondió: “yo sostengo mi derecho a pedir licencia”. Según relató el propio Martí Batres, “si él sostenía la solicitud, yo no podía denegarle el derecho de plantearlo en el pleno y, además, una solicitud de la Junta de Coordinación Política al respecto. Fue el pleno el que decidió que dicho punto se discutiera nuevamente”.

 

 

Velasco obtuvo el apoyo de todos los coordinadores parlamentarios, con la excepción del PAN, para incorporar su solicitud en el orden del día, aunque ya se había votado.

 

 

Batres Guadarrama, subrayó en aquella sesión que la Junta de Coordinación Política realizó dicha solicitud, con fundamento en el artículo 75 del reglamento que señala que “durante el desarrollo de la sesión, se pueden agregar en el orden del día otros asuntos, a solicitud de la Junta o de algún grupo parlamentario, si el pleno lo aprueba por mayoría absoluta de votos de los asistentes”.

 

 

Desde su escaño, Velasco afirmó que era respetuoso de las determinaciones del pleno y, al mismo tiempo, reconoció el derecho que tienen los legisladores para solicitar licencia al pleno.

 

 

En respuesta, el senador del PAN, Gustavo Madero advirtió: “cuidemos al Senado”, “una vez que se vota, ya no puede volver a pedirlo”. “Estamos empezando una cuarta transformación, no la empiecen de esta manera, abollando el prestigio del Senado”, advirtió el ex dirigente nacional del PAN.

 

 

Horas antes, a nombre de Acción Nacional, Xóchitl Gálvez, advirtió que su bancada se abstendría porque “una persona no puede ocupar a la vez dos cargos de elección popular”, en clara referencia al artículo 125 constitucional.

 

 

El coordinador de los senadores del PRI, Miguel Angel Osorio Chong, declaró que su partido pidió la reposición del proceso “ya que no votaron la mayoría de los senadores”.

 

 

El ex secretario de Gobernación recordó que es un derecho de todos los legisladores volver a solicitar licencia para separarse de su cargo. “Creo que faltó un poco de información, de argumentos y se va a repetir el proceso”, afirmó Osorio Chong, cuando fue cuestionado por los reporteros del Senado.

 

 

Velasco también tuvo el apoyo de los coordinadores del PRD y el ex jefe de Gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera, del líder de la bancada de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, del coordinador del  PT, Alejandro González Yáñez, y del PES, Sasil de León Villard.

 

 

Seis legisladores de la bancada de Morena mantuvieron su voto en contra de la solicitud de licencia de Velasco Coello. Entre esos votos, estuvieron la ex comandante de la policía comunitaria de Guerrero, Nestora Salgado, la tabasqueña Mónica Fernández Balboa, el ex rector de la Universidad Autónoma de Querétaro, Gilberto Herrera Ruiz, la michoacana Blanca Piña Gudiño, fundadora de Morena en su estado, la guanajuatense Antares Guadalupe Vázquez Alatorre, y el ex perredista de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío.

 

 

Nestora Salgado y Mónica Fernández Balboa afirmaron que votaron en contra en ejercicio de su “derecho y en plena libertad”, así como una demostración de “independencia de criterio”.

 

 

Velasco, el “amigo” de casi todos

El caso de Manuel Velasco escaló ante la opinión pública, al surgir versiones de que se trataba de un “pacto político” con López Obrador para impulsar el Tren Maya con los cinco gobernadores del sureste, porque coincidió con la incorporación de cinco diputados federales del Partido Verde a la bancada de Morena en la Cámara de Diputados y porque las redes familiares, de negocios y políticas del propio Velasco Coello atraviesan a prácticamente a toda la clase política.

 

 

“Todos le deben favores. Y fundamentalmente dinero”, afirmó a Proceso un ex colaborador de Velasco Coello que conoce la forma de operar del joven político, emparentado con el fallecido ex regente capitalino Manuel Camacho Solís. Su abuelo Fernando Coello tiene una antigua y pública relación de apoyo con López Obrador.

 

 

Velasco también mantuvo una firme alianza con Osorio Chong, a quien apoyó en la contienda interna priista por la nominación presidencial del 2018, ha dado su respaldo a Dante Delgado del MC, y también fue aliado político del ex jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera. Por si fuera poco reforzó su alianza con Ricardo Monreal, desde que el actual coordinador de la bancada de Morena era delegado en la Cuauhtémoc.

 

 

Velasco también está emparentado con la próxima titular de la Semarnat en el gobierno de López Obrador: Josefa González Blanco Ortíz Mena, hija del ex gobernador priista chiapaneco Patrocinio González Blanco Garrido, primo de la madre de Manuel Velasco.

 

 

El árbol genealógico de Velasco Coello lo emparenta también con la actual titular de la Secretaría de la Función Pública, Arely Gómez González, nieta de Salomón González Blanco, y con el ministro de la Suprema Corte, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

 

 

Desde el Partido Verde, Velasco Coello fue uno de los primeros legisladores que apoyó las aspiraciones del entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, en su carrera por la presidencia de la República en 2012 y desde su gobierno en Chiapas apoyó las reformas estructurales del presente sexenio.

 

 

En la campaña electoral, Manuel Velasco reforzó su alianza con el ex gobernador de Oaxaca, José Murat Casaubón, a tal grado, que su suplente es su hijo Eduardo Enrique Murat Hinojosa, quien podría quedarse como el titular del escaño que abandonó el gobernador chiapaneco.

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