“Si hubiese una amenaza a los intereses de los mexicanos… ahí estaré al lado de Peña Nieto o de quien sea”, afirmó Andrés Manuel López Obrador, dirigente nacional de Morena, en extensa entrevista en el programa #DespiertaConLoret que se convirtió en Trending Topic en redes sociales.
Desde hacía cuatro años que el ex jefe de Gobierno capitalino y dos veces candidato presidencial no acudía a un estudio con Carlos Loret de Mola. Ahora, tras la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, el declive de Peña Nieto en el gobierno y su posición como puntero en las encuestas para la elección de 2018, López Obrador se vio relajado, insistió en que el principal problema del país es la corrupción y que se necesita autoridad moral para combatir a todos los demás corruptos.
Buena parte de la entrevista abundó sobre los escenarios frente a la relación con Donald Trump y con el gobierno mexicano. López Obrador evitó ser comparado con el magnate inmobiliario por ser candidato “antisistema”, pero subrayó que el principal error de “las cúpulas del poder en México” fue haberse metido en la contienda interna de Estados Unidos.
Calificó como “lamentable” que el gobernador del Banco de México, Agustín Cartens, afirmara antes de las elecciones del 8 de noviembre en Estados Unidos que si ganaba Trump “sería el equivalente a un huracán categoría 5”. “Él es el principal responsable de la estabilidad económica. No puede decir eso”, sentenció el político tabasqueño.
López Obrador reflexionó sobre la posibilidad de enfrentar las amenazas de Trump a los mexicanos migrantes. Admitió que se pondría de lado de Peña Nieto si existiera una amenaza para los intereses de los mexicanos.
Negó que estuviera defendiendo ahora el Tratado de Libre Comercio de América del Norte e insistió en que, de ganar la presidencia en el 2018, “convencería a Trump de hacer una alianza para el desarrollo”.
Salinas, Fidel Castro, Calderón, la mafia del poder
Al ser cuestionado sobre su insistencia de debatir con el expresidente Carlos Salinas de Gortari, López Obrador afirmó que es necesario un encuentro con el exmandatario porque “él es el iniciador de la etapa de la desigualdad” y el “verdadero jefe de la mafia en el poder”.
Loret de Mola le comentó que en otra entrevista con Salinas de Gortari este le negó que tuviera injerencia sobre los asuntos públicos. López Obrador le sugirió que “una gran investigación periodística” sería conocer la verdadera fortuna del presidente que gobernó de 1988 a 1994.
El guiño de López Obrador no fue asumido por los integrantes de la mesa de #DespiertaConLoret.
Los conductores insistieron en que López Obrador debatiera con sus homólogos del PRI y del PAN, Enrique Ochoa y Ricardo Anaya. El dirigente nacional de Morena dijo que “con todo respeto, ellos son representantes de Salinas” y que prefería, hasta por interés periodístico, un debate con el exmandatario, mejor conocido como El Innombrable.
En otra parte de la entrevista, el ex candidato presidencial del 2006, afirmó que Felipe Calderón es un “ingrato” porque ni siquiera ha ido a visitar a la profesora Elba Esther Gordillo, quien lo ayudó a llegar a la presidencia con el fraude.
Incisivo, López Obrador criticó a Calderón por haber convertido a México “en un cementerio” con su guerra contra el crimen organizado y “ni siquiera se ha disculpado” por los errores cometidos. “No se puede enfrentar el fuego con el fuego”, sentenció.
Recordó que la deuda de México creció de 1.7 billones a 5 billones durante el periodo calderonista y que ahora con Peña Nieto ya rebasa los 9 billones de dólares.
En la parte final de la entrevista, Loret de Mola lo cuestionó por haber comparado a Fidel Castro con Nelson Mandela y le insistió si él gobernaría como el comandante cubano, recientemente fallecido.
López Obrador insistió que Castro es un “personaje histórico, de talla mundial” y defendió el régimen cubano señalando que logró que la isla caribeña fuera un país independiente.
Los problemas de salud
López Obrador bromeó también sobre su infarto al corazón que ocurrió hace tres años. Señaló que los médicos le dijeron que un infarto así es “un deja viudas” porque es muy fuerte, pero que se cuida y no tiene ningún riesgo de salud.
-¿Estaría usted de acuerdo en que se conocieran el estado de salud de los candidatos? –le cuestionó Loret de Mola.
López Obrador afirmó que no debería haber ningún problema por conocer el verdadero estado de salud de los políticos. Sobre Peña Nieto consideró que le ve más rasgos de “depresión” y no abundó sobre los posibles problemas del primer mandatario y los rumores de que tenía cáncer.
La entrevista se prolongó durante 40 minutos, sin cortes comerciales. Paradojas mediáticas: ahora que Televisa se encuentra en una situación delicada, con escaso rating y credibilidad, López Obrador pudo extenderse en sus posiciones.
Incluso, al final de su encuentro, agradeció a las redes sociales porque a través de ellas “hemos podido romper el cerco” mediático.