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P or sus imprescindibles aportaciones a la definición de la identidad de las y los mexicanos, así como a la construcción de un México democrático y plural, contenidas en su obra, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) conmemora el 44 aniversario luctuoso del escritor, guionista, periodista y activista social José Revueltas (Durango, 20 de noviembre, 1914-Ciudad de México, 14 de abril, 1976).
José Maximiliano Revueltas Sánchez fue militante del Partido Comunista Mexicano (PCM), reportero de los diarios El Día y El Popular, miembro de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) y de la Asociación de Escritores de México, secretario general de la Sección de Autores y Adaptadores del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica y profesor del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Desde 1975, el Premio Bellas Artes de Ensayo Literario lleva su nombre.
Su legado incluye novelas, cuentos, ensayos, crónicas, guiones de cine, obras de teatro y poesía. Desde su primera novela, Los muros de agua (1941), dejó de manifiesto su maestría en el uso del lenguaje coloquial y en la compleja construcción psicológica de sus personajes.
En obras emblemáticas como El luto humano (1943) y Dios en la tierra (1944) se ocupó de la idiosincrasia de su país. Otras, como Los días terrenales (1949) y Los errores (1964), causaron escándalo por sus cuestionamientos políticos. Sus trabajos teóricos, entre éstos México: una democracia bárbara (1958), dejaron de manifiesto su pensamiento crítico. Por su trayectoria literaria obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia en 1967.
Entre sus títulos traducidos se encuentran El luto humano, al inglés, italiano, húngaro y francés; El apando (1969), al alemán, francés y polaco, y Los días terrenales, El cuadrante de la soledad (1950) y Dormir en tierra (1960), al francés.
Revueltas, el guionista
El trabajo de Revueltas como guionista fue prolífico. En 1945 adaptó las novelas Amor de una vida de Ladislao Bus Fekete para la película homónima de Miguel Morayta, y Cantaclaro de Rómulo Gallegos para el largometraje del mismo nombre de Julio Bracho; en 1946, el cuento La paloma de Rian James, para el filme La otra de Roberto Gavaldón, y la obra de teatro Winterset de Maxwell Anderson, para la cinta A la sombra del puente, también de Gavaldón, y en 1947, el relato La diosa arrodillada de Ladislas Fodor, para la película homónima de Gavaldón protagonizada por María Félix.
Sus guiones o adaptaciones cinematográficos han sido llevados a la pantalla grande en casi 30 títulos. Entre éstos, además de los ya mencionados, sobresalen filmes como En la palma de tu mano (1951) de Gavaldón, La ilusión viaja en tranvía (1954) de Luis Buñuel y El apando (1976) de Felipe Cazals.
Revueltas, el militante
Desde su adolescencia se sintió atraído por la ideología marxista en una época en que la que el comunismo estaba proscrito. Su ingreso al PCM, a los 15 años, le valió una estancia de seis meses en una correccional. Posteriormente, dos confinamientos en las Islas Marías: cuatro meses la primera vez (1932) y nueve la segunda (1934), marcaron el inicio de la compleja relación que tuvo con el partido.
Fue expulsado por sus críticas a las prácticas burocráticas a este organismo y por uno de los mejores análisis de la izquierda en México: Ensayo sobre un proletariado sin cabeza (1962). Participó en la fundación del Partido Popular Socialista, del cual también fue separado por cuestionar y criticar a la izquierda.
En noviembre de 1968 fue detenido y confinado en la cárcel de Lecumberri por su participación en el movimiento estudiantil de 1968. Tres años después obtuvo su libertad.
José Revueltas fue integrante de una familia de comerciantes cuya holgura económica permitió que los descendientes lograran destacadas carreras artísticas, como sus hermanos Silvestre, músico y compositor; Fermín, pintor y muralista, y Rosaura, escritora y actriz.
