“No veo el futuro y no sabía que mi compadre Chapo estaría aquí. No es mi enemigo, pero tampoco es un mito”, con estas palabras, Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, remató la última parte de su participación en el juicio que se lleva a cabo en una corte federal de Brooklyn en contra de Joaquín Guzmán Loera, cabeza del cártel de Sinaloa.
Frente a él, El Chapo Guzmán Loera escuchó impasible el alegato del hijo de su socio Ismael El Mayo Zambada, vestido de traje gris oscuro y camisa y corbata en tonos azules, según la descripción de la agencia informativa española EFE.
“¿Sabe si el acusado es un narcotraficante real o un mito inventado que no trafica con drogas? ¿Es un líder poderoso del cártel de Sinaloa o un mito que vive escondido en la sierra y no hace nada?”, le preguntó la fiscal Amanda Liskamm a El Vicentillo, en la última de la extensa comparecencia de uno de los juniors más poderosos del narcotráfico en México.
“Es un traficante real que trabajaba con droga, un líder del cártel como mi papá”, respondió Zambada Niebla, echando abajo la argumentación de los abogados del Chapo, quienes han insistido que Guzmán Loera es un chivo expiatorio, una suerte de “mito” o “leyenda” construida desde el poder corrupto y corruptor en México.
El abogado Eduardo Balarezo, defensor de Guzmán Loera, en un interrogatorio más pausado, quiso insistir en las conversaciones telefónicas que Zambada Niebla sostuvo con su padre El Mayo Zambada, desde la prisión federal.
De acuerdo con el testigo, esta comunicación se realizó a instancias de la DEA que también grabó estas conversaciones en las que su hijo le pidió al padre que se entregara.
Balarezo insistió en que el verdadero poder del cártel de Sinaloa está en El Mayo Zambada y no en Guzmán Loera. Mostró una serie de fotos y nombres para que El Vicentillo los identificara. Todos fueron antiguos enemigos o integrantes del cártel, algunos ejecutados, otros en prisión.
La fiscal Liskamm le preguntó al testigo por sus hermanos Ismael y Serafín, así como por su tío, Jesús Rey Zambada, quienes se encuentran detenidos en México o en Estados Unidos. El Vicentillo los identificó.
El Rey Zambada y los secretos
En noviembre del año pasado, el tío del Vicentillo, Jesús Zambada García, El Rey, testificó sobre el papel de trasiego de drogas que generó ganancias por más de 14 mil millones de dólares para el cártel que comandaban El Chapo y El Mayo.
El Rey dio detalles de cómo usaron el aeropuerto internacional de Cancún para trasladar cargamentos de cocaína hacia la Ciudad de México, con el apoyo de “comandantes” de la PGR y de la Policía Federal.
Zambada relató que pagaba a las autoridades “cientos de miles de dólares” mensuales en sobornos y ofreció declarar sobre la ocasión en que El Mayo le pidió “sobornar al presidente en funciones”, pero esto generó el máximo sigilo entre el juez Cogan, responsable del juicio, la fiscalía y los defensores de Guzmán Loera.
La declaración sobre el presidente mexicano nunca llegó a escucharse en la sala oficialmente, a pesar del ofrecimiento del Rey Zambada, detenido en 2008.
El juez Cogan dio una escueta explicación para proteger “a personas y entidades” que no estaban involucradas directamente en el caso de la “vergüenza” y del escrutinio público.
Este sigilo y las extremas medidas de seguridad para acceder a los testimonios del juicio, han sido criticados por reporteros norteamericanos, como Alan Feuer, de The New York Times, quien ha señalado la existencia de tres archivos misteriosos clasificados como confidenciales.
El juez Cogan también ha ordenado limitar el trabajo de los artistas y dibujantes porque el nivel de peligrosidad de El Chapo y del cártel de Sinaloa, no ha sido neutralizado por completo, a pesar de estar detenido en una prisión de máxima seguridad.
No sólo a altos mandos militares, policiacos y políticos mexicanos se les ha mencionado durante el juicio. También han sido señalados funcionarios del gobierno de Colombia y de Honduras, así como un ex candidato presidencial de Guatemala, vinculado al Chapo Guzmán.