Entre sábanas. Relatos para no dormir

 

Un libro de texto para aprender cosas que no se han hecho

 

Liliana Rodríguez ha publicado textos eróticos cada ocho días, a lo largo de  cuatro años.

El libro fue presentado en la 32 la Feria Internacional del Libro de Guadalajara por el editor Mauricio Volpi, el escritor y comunicador Nicolás Alvarado  (en su reaparición en público) y la autora.

 

  E  ntre sábanas. Relatos para no dormir, de Liliana Rodríguez, es una novedad de Panorama Editorial que se presentó la víspera en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara por Mauricio Volpi, Nicolás Alvarado y la autora,  en una sala que reportó lleno total, con un público atento y participativo integrado por hombres y mujeres.

 

Este compendio en el que se ofrecen los relatos eróticos “De antojos”, “El objeto de su deseo”, “¿Tres son multitud?”,  “Observe moi”, “Déjate hacer”, “El cielo de su boca”, “En ese jardín secreto”, “Te quiero enseñar algo”, “En gustos se rompen mitos”,” La compra especial”, “P de poderoso”, “¿Cómo pensabas que íbamos a hacerlo?”, “Algo distinto”, “Con la luz apagada, por favor”, “Pacto entre amigos” y “El que parte y comparte”, bien podría considerarse “un libro de texto, un prontuario; para aprender cosas que no se han hecho” aseguró el escritor y comunicador Nicolás Alvarado.

 

Luego de escribir textos eróticos cada ocho días, durante cuatro años -para sus espacios en medios de comunicación-, Liliana Rodríguez respondió “es mi primera vez”, cuando le cuestionaron sobre cómo se concreta la publicación del libro integrado por una selección de narraciones que originalmente le publicaron en la revista GQ y en su columna “Sexo sin corbata”.

 

Señala la escritora “el periodismo fue mi conducto, fue el transporte para llegar a mi objetivo”. “Después de satisfacer mis antojos de escribir, se da este maravilloso libro y esta presentación en la segunda máxima feria a nivel mundial.”

 

Detalló que el proyecto de esta realización personal se inicia luego de que el editor, Mauricio Volpi, la contactó mediante un mensaje en twitter justamente un día previo a la llegada de los Reyes Magos. Este libro es una suerte de erótico-reflexivo, se propuso “prender al lector, lectores y lectoras por igual. ¡Qué se prendan!, ¡qué se incomoden!, ¡qué no les de miedo! y,  si se puede: provocar la reflexión.” Al final de cada relato hay una conclusión sobre estos personajes que están descubriendo y experimentando en los pasajes donde cada parte del cuerpo recibe el nombre que le corresponde.

 

Liliana Rodríguez evocó lo mucho que le hubiera gustado contar, cuando ella tenía poco más de veinte años, con alguien que la orientara en cuanto a la sexualidad y al erotismo, como ahora ella puede acompañar a sus lectores a través de sus publicaciones.

 

Un sin fin de terminales eróticas son el eje para desarrollar estos relatos. “No soy sexóloga, intento ser escritora y me gusta el género, yo ya no podría escribir a cerca de otro tema. Amo lo que hago.” Es así que la autora ofrece herramientas para desarrollar habilidades seductoras y romper con la rutina.

 

En su oportunidad, Mauricio Volpi aseguró que estos relatos eróticos están muy bien escritos. El libro ofrece una serie de opciones literarias dirigidas a parejas heterosexuales integradas por personas de 30 años en adelante. Las historias se desarrollan en ambientes urbanos y entre los protagonistas hay personas casadas y solteras. Por lo que se invita a adquirirlo y estar atentos al próximo libro de Liliana Rodríguez que abordará otros aspectos de la sexualidad.

 

Sobre la autora:

 

Liliana Rodríguez es una sexotexteadora, periodista y editora desde hace poco más de veinte años. Estudió ciencias de la comunicación en la UNAM, hoy en día escribe artículos sobre sexualidad y pareja en diferentes medios como las revistas H Para Hombres, GQ y Glamour, además de ser autora de la narración erótica “El objeto del deseo” en El Gráfico.

 

En los inicios de su carrera, el interés por el cine y la televisión predominaba en sus colaboraciones; sin embargo, en los últimos ocho años, la sexualidad y el erotismo han acaparado por completo su labor periodística.