La obra de Diego Rivera en sus viajes a la extinta Unión Soviética
En la exposición, se puede apreciar en los museos Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo y Mural Diego Rivera
P or medio de 289 piezas, entre manuscritos, dibujos, óleos, acuarelas, fotografías, carteles, objetos, video y material complementario, la exposición Diego Rivera y la experiencia en la URSS ofrece una revisión de las dos estancias del muralista mexicano en la extinta Unión Soviética.
Dicha muestra, que puede visitarse hasta el 8 de abril en los museos Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo (MCEDRyFK) y Mural Diego Rivera (MMDR), es producto de una larga y profunda investigación que nació del archivo que resguarda el MCEDRyFK, y que fue trabajado con profesionalismo por los curadores María Estela Duarte y Mariano Meza Marroquín.
Así lo aseguró Luis Rius, director de ambos recintos, quien dijo además que esta investigación original “ayuda a superar los obstáculos a los que se enfrentan quienes estudian a Diego Rivera”.
Agregó que se ha abordado la obra del artista guanajuatense a través de su relación con el arte prehispánico, los Estados Unidos y, ahora, por medio de sus dos estancias en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en 1927 y 1955. “Es un trabajo que involucró a los profesionales de ambos museos, a quienes agradezco el trabajo que hicieron desde la gestión y la museografía”.
La cocuradora María Estela Duarte explicó que la primera parte de la exposición se presenta en el MCEDRyFK y que aborda el primer viaje que realizó Rivera a dicho territorio en 1927 y una parte de su paso por Montparnasse, en París.
Comentó que la segunda parte de la muestra se exhibe en el MMDR, donde el público puede conocer los detalles del viaje que el muralista hizo en 1955, el cual está más documentado gracias al archivo de Emma Hurtado, su última esposa. Además se presentan, por primera vez, los dibujos que Rivera realizó paralelamente y que han sido restaurados. “Queremos mostrar lo que significó Rusia en la vida de Diego, desde 1909 hasta el día de su muerte”.
El cocurador Mariano Meza Marroquín dijo que la exposición en el MMDR inicia con un cuadro de Emma Hurtado que Rivera pintó para seguir con la plástica que surgió en su viaje a la Unión Soviética a mediados de los años 50.
“Rivera se anexó al grupo Octubre, que tenía una visión del arte que deja a la aristocracia y se enfoca hacia el pueblo, algo que el artista manejaba desde 1925. Este grupo además trabajaba el collage, que, a su regreso a México, Diego Rivera aplicó en su trabajo. Hizo también un cambio de plástica y utilizó al obrero como líder de sus obras”.
Meza Marroquín indicó además que “con Diego Rivera y la experiencia en la URSS el Instituto Nacional de Bellas Artes cumple con la tarea de crear líneas de investigación que ojalá puedan ser retomadas después por otras instituciones”.