Con el siglo concluye
la inercia de los personajes
En el fin se atora
una fronda de voces apagadas
Pájaros luz ocultos en luz tarde
Un singular idioma
Trêve de ces niaseries
y caigo en la cuenta
(dos-cuatro-seis)
que no sé hablar el lenguaje de los hombres
Permanecí contemplando
las manecillas sin guardia
Recuerdo el espacio – su modo
y vuelvo a caer en la cuenta
(uno-tres-cinco)
de que esto huele a apariencia
y parece torcido
como el árbol seco del siglo de neón