Hele sa hiwagang hapis, Filipinas-Singapur, 2016, 488 min.
La vasta exploración cinematográfica de Lav Diaz reflexiona sobre el papel de la cultura y el desarrollo artístico en torno a la ruptura de un conflicto bélico
L a revolución filipina de 1896 en contra del gobierno español es analizada por Lav Diaz en un monumental fresco fílmico que se centra principalmente en dos vertientes: por un lado, el vínculo que une al rico y traidor Simeon con el poeta y activista Isagani, personajes de ficción creados por el escritor José Rizal; y por el otro, la búsqueda exhaustiva de Gregoria de Jesús para hallar el rastro del padre de la lucha, Andrés Bonifacio. Con una duración de ocho horas, esta pausada cinta reflexiona sobre la distinción de clases, la religión y la lucha revolucionaria desde una visión crítica; todo sin renunciar a la mitología de dicho país, que el realizador plasma en la figura del Tikbalang.
Canción de cuna para el misterio trágico. Su más reciente producción es una extensa elaboración de miradas a la Revolución Filipina, desde los ojos de la ficción hasta la perspectiva en constante cambio de un ícono histórico: Andrés Bonifacio. La mezcla entre repercusiones políticas, constructos mitológicos y el pensamiento del pueblo se expresa en una cinta que, íntegra en sus ocho horas de duración, se proyectará en el 37 Foro Internacional de la Cineteca Nacional los sábados y domingos a las 14:00 horas, del 15 al 30 de julio en la Sala 7 Alejandro Galindo.