Un relato sobre espionaje nazi en México
Puesta en escena galardonada con el premio Bellas Artes de dramaturgia 2016, con dramaturgia y dirección de Martín López Brie
Centro Cultural del Bosque: f unciones hasta el 29 de agosto
A partir de un retrato hablado, encargado por un matón a sueldo conocido como El Sapo, el dibujante Patrick Brice se ve involucrado en una intriga de espionaje y en una relación amorosa con la enigmática Dolores Toral al mismo tiempo. Esta es la premisa de El sapo y las minas de mercurio, de la compañía Teatro de Quimeras, que ofrecerá hasta el 29 de agosto en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, los lunes y martes a las 20:00 horas.
“La curiosidad por este tema comenzó cuando vi que el suelo de la nave central de la catedral de Tampico estaba formado por losas de cruz gamada. Me dijeron que era porque un empresario de por allá había pagado la remodelación y esa fue su condición. Luego me puse a buscar información sobre la época de los nazis en México y me encontré con el rumor de un gatillero del gobierno al que mandaban a matar sinarquistas, conocido como El Sapo. Así fue que la aventura de espionaje empezó a tomar forma”, comentó en entrevista Martín López Brie, dramaturgo y director del proyecto.
El sapo y las minas de mercurio es una obra que busca establecer un vínculo entre algunos acontecimientos históricos que sucedieron en México durante la Segunda Guerra Mundial y el presente del país, mediante un dispositivo escénico sencillo y sintético, sostenido por la narración, la exposición de material documental y una trama ficticia que se desarrolla entretejida con la información histórica.
La trama se urde entre las ideologías fascistas y nazis que se manifestaron en diversas áreas de la política y los medios de comunicación, y que se vincularon con empresarios y militares mexicanos, rastreando qué tanto ha permanecido vigente hasta la fecha y qué consecuencias tuvieron las acciones de los involucrados en las políticas contemporáneas del país.
“La propuesta de dirección parte de dos ejes. Por un lado, tomar los estilemas del cine negro de la época y crear una estética de alto contraste y estilizaciones como referencia a la misma. Por otro, partir de la idea del documento como detonador y organizador de la escena, tanto en papeles como en proyecciones de diapositivas y el conjunto escenográfico”, mencionó López Brie.
La obra plantea una historia de espionaje tomando estilemas del cine y literatura noir, donde los personajes se ven involucrados con agentes nazis que explotan minas de mercurio para contrabandear el material con fines bélicos, enredando en el camino a altos mandos del ejército y a políticos del gabinete presidencial.
El elenco lo conforman Sofía Beatriz López, Alejandro Morales y Ángel Luna; el diseño de escenografía corre a cargo de Fabiola Hidalgo; y el vestuario, de Indira Aragón y Marina Meza.
“Espero que nos visite gente que sienta curiosidad por la historia y gusto por reflexionar sobre los derroteros ideológicos, económicos y políticos que nos han puesto en la crisis que vivimos en el presente. Espero que se aproximen los jóvenes a quienes puede resultar una manera divertida de acercarse a la historia a través de una aventura entretenida con balazos, romance, persecuciones y una conspiración internacional”, finalizó el dramaturgo.