Enrique Peña Nieto alcanzó el peor nivel de evaluación de un presidente mexicano en funciones, al llegar a sólo 30 por ciento de aceptación, menor que el 31 por ciento que registró Ernesto Zedillo en 1995, en el peor momento de la crisis económica, y con una calificación de “reprobado” con 4.4 puntos, la menor de todo su mandato, según destacó la 10ª encuesta trimestral del periódico Reforma.
Aplicada entre 1,200 adultos, entrevistados en todo el país entre el 7 y el 10 de abril, la encuesta también revela que el 66 por ciento desaprueba la administración peñista; que el 56 por ciento considera que la situación económica del país ha empeorado; el 66 por ciento considera como desfavorable la situación del empleo; 68 por ciento califica de desfavorable el combate a la pobreza y el 73 por ciento desaprueba la política de combate a la corrupción.
El segmento de líderes de opinión, entrevistado por el mismo periódico, tiene índices aún más bajos: el 78 por ciento desaprueba su mandato y sólo 22 por ciento lo aprueba y le dan una calificación aún más baja: 3.7 puntos, la misma de diciembre de 2015.
Apenas en diciembre de 2015, la anterior encuesta del mismo periódico registró que el 58 por ciento de los consultados aprobaban la gestión peñista y el 39 por ciento la aprobaba. Cayó 9 puntos en tres meses de 2016.
La tendencia coincide con la encuesta de Buendía & Laredo, publicada en el periódico El Universal, el 14 de marzo de 2016, en la que se registró un índice de aprobación de sólo 32 por ciento frente al 56 por ciento que lo aprobaba.
El texto del periódico Reforma destaca que “nunca antes un presidente había tenido un nivel tan bajo de aceptación, incluyendo a Ernesto Zedillo, durante la crisis económica de 1995, cuando su aprobación se ubicó en 31 por ciento, o al mismo Enrique Peña Nieto después dela fuga del Chapo”.
En otras palabras, está peor evaluado después de la recaptura del Chapo Guzmán y tras la ligera recuperación del peso frente al dólar en los últimos quince días.
Incluso, está peor evaluado que en las semanas recientes a la tragedia de Ayotzinapa y al escándalo de la Casa Blanca, que sucedieron entre septiembre y noviembre de 2014.
Cuando ocurrió la desaparición de los 43 normalistas, Peña Nieto registraba un índice de aprobación de 51 por ciento, en octubre de 2014, y éste cayó a 40 por ciento, en noviembre del mismo año, según los sondeos del Pew Research Center, de Estados Unidos.