Retrospectiva a 30 años de su fallecimiento
Museo del Palacio de Bellas Artes
Del de 15 de abril al 10 de julio de 2016
Nacho López fue un artista que tuvo un proceso permanente de experimentación, de reflexión sociológica y de pasión por la ciudad. Todos los que visiten esta exposición se identificarán con su mexicanidad y se encontrarán a sí mismos y con una nueva manera de ver a la ciudad y al campo. Es una muestra encaminada a los jóvenes para que realmente conozcan el trabajo artístico de Nacho López”, dijo la titular del INBA.
La muestra Nacho López. Fotógrafo de México, retrospectiva que rescata, mediante más de 235 fotografías vintage (impresiones de época hechas por el mismo artista), el trabajo y las aportaciones visuales de Ignacio López Bocanegra, mejor conocido como Nacho López, bajo el concepto curatorial de José Antonio Rodríguez y Alberto Tovalín. La exposición estará abierta a partir del 15 de abril en las salas Justino Fernández, Paul Westheim, David Alfaro Siqueiros, Jorge González Camarena, José Clemente Orozco y Rufino Tamayo.
Esta exhibición, a 30 años de su fallecimiento, muestra a López en sus diferentes facetas, desde el fotógrafo dedicado a retratar la ciudad y sus transeúntes, hasta su interés por capturar imágenes del mundo indígena, así como su característico sentido del humor para plasmar de manera clara y tenaz la vida cultural y social del México de mediados del siglo pasado. Asimismo, incluye una de las etapas menos conocidas del artista: la experimental.
Durante un recorrido por la muestra, previo a su inauguración, María Cristina García Cepeda, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), destacó el privilegio de contar con una exposición de Nacho López, sobresaliente figura de la imagen en el siglo XX. “Para la Secretaría de Cultura es importante acercar al público a la obra de este gran artista visual que se preocupó por reflexionar sobre la ciudad y el campo.
En el evento, Miguel Fernández Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes, explicó que la muestra comparte la perspectiva que Nacho López tuvo como fotógrafo y ensayista en esta disciplina, como alguien dedicado a la fotografía indígena y experimental, así como al cine. “La primera sala, con el núcleo Yo el ciudadano, se presenta a partir de un poema que escribió Nacho López en los años sesenta y que marcó su visión de la Ciudad de México, y en la última sala se podrá ver su producción cinematográfica, breve pero muy importante”.
El primer apartado, titulado Yo, el ciudadano, expone la vida en los barrios bajos de la Ciudad de México, la desazón de los relegados y desprotegidos, la cotidianidad, la pobreza y la fe de una comunidad. Entre las fotografías que componen esta selección se encuentran Vecindad en el antiguo Convento de Betlemitas (ca. 1953) y las series Globero (1961), Un día cualquiera en la vida de la ciudad (1958) y Virgen india, Villa de Guadalupe (1953), además del fotopoema Yo, el ciudadano, que despliega no solo su virtuosismo en la fotografía, sino también en las letras.
Páginas visuales, segunda sección de la muestra, presenta imágenes y series fotográficas publicadas durante su etapa como fotoperiodista en las revistas Mañana y Siempre!, en las que retrató la reacción de las personas ante hechos planeados por él mismo. Entre sus fotorreportajes más notables se encuentran Cuando una mujer guapa parte plaza por Madero (1953) y La Venus se fue de juerga por los barrios bajos (1953).
Por otra parte, Tierra y tiempo revela el compromiso que López tuvo por el universo indígena, al cual concibió como un espacio de enseñanza y aprendizaje. En su obra logró plasmar la convivencia de diversas etnias y sus tradiciones ancestrales. Coras (ca. 1970), Entierro en Villa de Ayala, Morelos (ca. 1970) y Pueblo indígena tzotzil, Altos de Chiapas, Chiapas (ca. 1976) son algunas de las piezas que se aprecian en este núcleo.
Trastocación, cuarto apartado de la exposición, ahonda en las experimentaciones fotográficas realizadas por el artista, en las cuales los objetos, espacios y cuerpos producían una interacción entre sí. Fotomontajes, imágenes abstractas sobre cuerpos y objetos, así como exploraciones técnicas, ocupan esta sección. La serie El mundo de la fantasía (1953), la placa Autorretrato en ciudad (ca. 1960) y diferentes experimentaciones visuales realizadas junto con el escultor mexicano Pedro Cervantes son algunas de las obras que conforman esta selección.
El interés de Nacho López por la danza es expuesto en Multidimensionalidad, quinto núcleo de la muestra, donde se incluyen imágenes de personajes que se vuelven sombras fugaces al ritmo del movimiento capturado por el disparo fotográfico. Entre las series que realizó en esta materia se encuentran las de coreografías como Zapata de Guillermo Arriaga (1953), Redes de José Limón (1951) y La manda de Rosa Reyna (1951), entre otras. Asimismo, se exhiben fotografías de bailarines de gran renombre como Lupe Serrano. Un conjunto de objetos personales como tarjetas de presentación, sellos para fotos y las cámaras que utilizó el artista acompañan este apartado.
Finalmente, su producción fílmica se presenta en Lo cinematográfico, última sección de la muestra. Aquí pueden observarse imágenes del artista filmando, así como algunos documentales realizados por él, como Todos somos mexicanos (1958) y Misión de chichimecas (1970), y la cinta experimental Los hombres cultos (1972).
José Antonio Rodríguez recordó que la última gran exposición del artista fue a principios de los años ochenta en el Museo de Arte Moderno. “Desde entonces no se había vuelto a hacer un proyecto de esta naturaleza sobre Nacho López. Murió en 1986 y es por eso que hoy, a 30 años de su deceso, se han recobrado las propuestas artísticas que llegó a realizar”.
Resaltó que el 99 por ciento de las imágenes de Nacho López. Fotógrafo de México son impresiones originales realizadas por el propio artista y que una de las líneas curatoriales fue enfrentar a las nuevas generaciones con una nueva visión. “Los jóvenes deberían conocer hoy a Nacho López. Los veteranos y los historiadores de arte lo conocen y saben quién es por los libros que se le han hecho, pero las exposiciones sirven para enfrentar al espectador con la obra original”.
El conjunto de obra exhibida proviene de 12 colecciones, entre ellas: el Acervo Documental y Artístico Nacho López, la Fototeca Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Fototeca Nacho López de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, el Museo de Arte Moderno del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Museo del Estanquillo y la Colección Carlos Monsiváis.
Nacho López. Fotógrafo de México estará acompañada por una publicación en español ilustrada con imágenes de las obras expuestas, un ensayo curatorial y textos de los especialistas Yessica Contreras, Rebeca Monroy, John Mraz, Pilar López Urreta, Jesse Lerner, Antonio Saborit y Citlalli López Binnqüist, además de cinco textos críticos y reflexivos del propio fotógrafo. El volumen contará con un tiraje de tres mil ejemplares y podrá adquirirse en la tienda del museo, ubicada en la Sala Internacional del recinto.
En el marco de la muestra, y con la finalidad de ampliar la experiencia de los visitantes, el museo presentará un programa de actividades paralelas conformado por pláticas con expertos y visitas guiadas (a las 13:30 y 15:30 de martes a domingo), así como un ciclo de cine en la Cineteca Nacional del 10 al 15 de mayo.
Nacho López. Fotógrafo de México cuenta con diversos apoyos mediáticos creados específicamente para esta muestra, como proyecciones de entrevistas a especialistas y contemporáneos del fotógrafo (Pedro Meyer, Rodrigo Moya, Elsa Medina, Andrés Garay, Jesse Lerner y Alberto Tovalín), un espacio lúdico que recrea su etapa experimental en la fotografía y el montaje de un maniquí en salas que podrá ser intervenido por el público, tal como lo hizo López en su serie La Venus se fue de juerga por los barrios bajos.
La exposición estará abierta a todo público hasta el 10 de julio, de martes a domingo de las 10:00 a las 18:00. Costo: 60 pesos. Entrada gratuita permanente a estudiantes, maestros, mayores de 60 años, menores de 13, discapacitados y pensionados. Entrada libre al público en general los domingos.