Por una investigación de la agencia de noticias británica Reuters nos enteramos que la Secretaría de la Función Pública (SFP), responsable de combatir la corrupción interna del gobierno federal, gastó 3.7 millones de pesos en viáticos al extranjero para 17 de sus colaboradores que viajaron a París, San Petersburgo, San Francisco, Londres y Hong Kong.
La información reveló que algunos de estos colaboradores de Virgilio Andrade, el mismo que exoneró a Enrique Peña Nieto y a Luis Videgaray de sus conflictos de interés en sus mansiones de Las Lomas y Malinalco, consumieron salmón ahumado, caviar, calamares, champagne y se dieron vida de lujo a nombre del combate a la corrupción.
La información mencionó, sobre todo, a tres colaboradores que llegaron a la SFP con Andrade: Jorge Pulido, Alejandro Bonilla e Hilda García.
Los excesos son delirantes. Jorge Pulido gastó en dos taxis y una comida más de 8 mil pesos durante su estancia en Frankfurt. A Alejandro Bonilla le gustaron tanto los calamares en el hotel que “comió tres rondas en 24 horas”. Quizá hasta se intoxicó. Hilda García, como buena Mirreyna a costa del presupuesto, ordenó champagne, caviar y salmón ahumado en el restaurante Harrods, de Londres.
Por supuesto, estos gastos se hicieron a costa del erario y no del bolsillo de estos Godínez de superlujo que viven del éxito efímero de su jefe de los rulos impunes.
En contraste, sólo uno de los colaboradores de la SFP registró gastos de sándwiches y refrescos de 10 dólares en Washington y retornó mil dólares a las arcas oficiales del gasto de viáticos.
Exhibido una vez más, Virgilio Andrade declaró a la agencia Reuters que “estamos revisando esto para asegurar mejores prácticas para este tipo de gastos”.
“Estamos revisando”, la clásica respuesta de un burócrata enredado en su impunidad.
A La Jornada le declaró este domingo 21 que Hilda García ya no consume caviares a costa del erario porque ya no trabaja en la SFP. Y precisó que por normatividad sólo está prohibido pagar el consumo de alcohol con los viáticos.
Sencillo y carismático, Virgilio Andrade mencionó que el límite de gasto que tienen los funcionarios en sus viáticos es de 450 dólares. Es decir, casi 9 mil pesos diarios al tipo de cambio actual.
A El Universal, le declaró este personaje, que se autocaricaturiza todo el tiempo, que cenar con caviar está “dentro de la norma” porque “los gastos se realizan con apego a los límites diarios establecidos en la norma vigente para viajes oficiales internacionales de la Administración Pública Federal”.
En otras palabras, todo cabe en 450 dólares que le cuestan a los mexicanos.
Como bien dijo The Economist para sintetizar a los peñistas: “no entienden que no entienden”. Y a cada acto de exceso y corrupción sólo se hunden más.