Textos de Elena Garro serán leídos con motivo del Día Internacional de la Mujer

Fragmentos de Los recuerdos del porvenir, entre otros, en voz de Mariana Hartasánchez
Martes 1 de marzo a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

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La lectura en voz alta de fragmentos de Los recuerdos del porvenir de Elena Garro, como parte de las celebraciones del Día Internacional de la Mujer, y como festejo de una destacada obra literaria que mereció el Premio Xavier Villaurrutia 1963, se hará por parte de la actriz Mariana Hartasánchez, quien estará acompañada por José Carlos Castañeda, experto en la obra de la autora poblana, el martes 1 de marzo a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en avenida Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa. La entrada será gratuita.

También será leído un texto de Octavio Paz incluido en Libertad bajo palabra, titulado Mi vida con la ola, imagen afortunada para describir a Elena, asegura José Carlos Castañeda.

“La sola imagen misma te dice cómo es Elena. Me parece increíble cómo Paz la describió tan fácilmente. Elena es como una ola, tal cual. A una ola no la puedes agarrar; se escapa de todo. Es exactamente esa la imagen de Elena; la imposibilidad de contenerla en un nombre, en un espacio, en una categoría literaria. Elena está todo el tiempo escapando y eso lo refleja muy bien Paz”.

Asimismo, los asistentes podrán disfrutar de algunos fragmentos de la obra de teatro Un hogar sólido, en la cual se cuenta la historia de la familia de Garro, así como del cuento Andamos huyendo Lola, que describe de alguna forma la última etapa en la vida de la escritora.

¿Cómo fue realmente Elena Garro? Sobre este tema ahondará José Carlos Castañeda. “Quiero mencionar los distintos relatos que hicieron sobre ella las diferentes personas que la conocieron. Se han dicho muchas cosas. Hay quien afirma que era mitómana, paranoica, frívola o un genio. Justamente lo que quiero es hablar un poco de una combinación entre su vida y su obra. Hay una gran oscilación con respecto a quién es ella”.
Castañeda desea abordar este tema porque los libros de Garro están llenos de elementos autobiográficos, desde sus primeros cuentos, obras de teatro y novelas. “No sé por qué todo el tiempo regresaba a sí misma en sus textos, y qué quería construir al darnos esas distintas versiones de sí”.

La vida de Garro se confunde muchas veces con la ficción, como hace notar Castañeda con algunos ejemplos. “De repente decía que nació en 1920. No fue así, pero ella siempre sostuvo que nació en ese año. Y eso es algo más que el típico engaño de alguien que quiere verse más joven. Eso coincide con otra serie de datos: por ejemplo, cuando decía que no se había divorciado de Paz o cuando cambiaba la fecha de su boda. O los lugares donde vivió. Yo que he seguido su vida, es muy difícil rastrearla. Y lo hacía a propósito; no es una casualidad, porque ella se concebía a sí misma como uno de sus personajes, como un fugitivo”.

Elena Garro dio todo el tiempo pruebas falsas o datos que confundían a quien la quisiera descubrir, “a quien la quisiera retratar de cuerpo completo, y eso se refleja muy bien en su obra”. Lo más importante, señala Castañeda, es que ella planteaba una cuestión: “la de saber si realmente podemos conocer a alguien. Eso es algo con lo que ella jugó todo el tiempo. ¿Es posible conocerla en profundidad? En su caso me parece que la respuesta es evidente”.

Garro vivió un tiempo en Europa y asimiló las corrientes más vanguardistas en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Fue una gran lectora de la literatura alemana. La fuente de la que se nutrió su obra fue particularmente la de Heinrich Hoffmann o Novalis, así como la de una serie de autores que ella citaba constantemente, según hace notar Castañeda, quien asegura que pocos se percatan de esta característica.

La obra de Garro confirma lo dicho: “Uno de los temas que se ha estudiado muy poco en el caso de Elena, que es como un río subterráneo que nutre su literatura, es su influencia de la literatura fantástica alemana”. Usualmente se relaciona el nombre de Elena Garro con el realismo mágico. Sin embargo, su literatura se conecta con otros temas apegados a la literatura alemana. Desde pequeña se proveía de ella gracias a la amplia biblioteca de su padre. “Incluso mencionó que, en algunos de sus debates con Paz cuando eran muy jóvenes en México, antes de casarse, ella defendía la literatura de los románticos alemanes, y él, la francesa.

“Casi siempre se le trata de identificar con García Márquez y con otros autores posteriores, pero en realidad creo que una parte muy importantes sería conocer todas las conexiones en sus temas con este tipo de literatura fantástica alemana. Yo he identificado ocho elementos en la forma de reconocer esta influencia. Si vamos pepenándolo un poco, vemos las referencias. Hay una específica a Alemania en Los recuerdos del porvenir, hay otra al emperador austrohúngaro en Andamos huyendo Lola. Es decir, todo el tiempo hizo pequeñas menciones a los alemanes, casi de goteo. Y lo dijo en entrevistas: ‘Mi inspiración fundamental ha sido la literatura alemana’”.

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