El trabajo presentado por Rodolfo Díaz Cervantes en esta muestra está centrado en un ejercicio de experimentación formal y reflexión en torno al denominado “efecto apotropaico”. Es decir, la facultad que el ser humano otorga a ciertos objetos y sustancias (naturales o artificiales), sentencias o gestos de protegernos, de ahuyentar lo negativo, el mal. Presentes en todas las culturas desde la antigüedad hasta nuestros días, estos efectos apotropaicos (del griego apotrepein: alejarse) son tan inherentes a la experiencia vital que sus orígenes se han identificado como un impulso, un instinto vinculado a la evolución y a la selección natural. La exposición está conformada por objetos, de ensamblajes, fotografías y dibujos que juegan, describen y proponen estrategias en torno a este instinto humano y al papel que desempañan en nuestra vida cotidiana.
Salon José Emilio Pacheco, Casa del Lago
Antiguo Bosque de Chapultepec 1a sección, CP:
Del 22 de octubre del 2015 al 14 de febrero del 2016
Entrada libre