En la sociedad se llega a tildar de “cobarde” (por elegir la salida “fácil”) o “valiente” (por acabar con la vida propia) a alguien, sin embargo poco se sabe del proceso que se desarrolla en estos casos.
Existen cinco movimientos para llegar a la muerte, clasificados del momento de la crisis y el paso al acto final:
El primero, es la búsqueda de soluciones, el individuo revisa una gama de posibles soluciones a su problema, siempre esperando un cambio que disminuya su sufrimiento. En el segundo se concibe la idea suicida, ante la lista de soluciones, aparece brevemente el suicidio. En el tercer momento, el sujeto se hunde en la depresión y el deseo de escapar de su realidad es exorbitante…
Hagamos una parada en el penúltimo paso, el cuarto, que es en el cual se centra todo, y por todo me refiero al antes y después de una posible muerte.
La Cristalización, se dice que al llegar a este punto, no hay marcha atrás, el sujeto se quiebra, la desesperación es incontenible… y aunque pueda resultar difícil de creer, la persona pasa de la desmoralización a la planeación: Lugar, fecha, hora y sobre todo, el medio. Es justamente el punto también, en el que pareciera haber salido de su depresión y recobrar la esperanza, en realidad su aspecto tranquilo significa: “El plan está hecho”
El quinto paso está estrechamente ligado al cuarto, más que los anteriores, incluso podría pensarse en ellos como un solo paso, llegar a la Cristalización es el paso inminente a la muerte, el individuo sólo espera un evento o elemento que desencadene el acto, no importa qué tan intenso o no sea.
¿Acaso alguien se había puesto a pensar en todo esto, antes de tildar a alguien de “cobarde” o “valiente”? habría que echarle un vistazo a este tipo de información, no juzgar a una persona sólo por que hizo esto o aquello. La importancia de estos pasos es justamente saber identificarlos para ayudar a la persona.
Y lo que verdaderamente sorprende es que en la Cristalización estés más muerto que vivo… son cinco pasos, es el cuarto movimiento de la lista, para salvarse o morir, uno pensaría que en ese sitio aún hay solución y que aún hay tiempo para proteger a la persona, lo lamentable es que al llegar a ese penúltimo movimiento, no existe un retorno.
En los últimos años, la tendencia suicida en los adolescentes ha ido en aumento. En 2012 la cifra fue de 826 muertes en jóvenes de 15 a 19 años, a su vez la Secretaría de Salud indicó que durante los ultimos 30 años el suicidio aumentó un 300%, por su parte el Instituto Nacional de Estadistica y Geografía (INEGI) puntualizó que en México presentó un incremento del 114 %, 4.7 casos por 100 mil habitantes.